El árbol de Navidad es el gran protagonista en los hogares durante la época navideña. Tradicionalmente, se utiliza una conífera como el abeto o el pino. La costumbre del árbol navideño tiene sus raíces en la Alemania medieval, donde los pueblos germánicos decoraban un roble pagano con antorchas para celebrar el solsticio de invierno. Esta tradición se ha expandido globalmente, adaptándose a diversas culturas.

En muchos países, como Chile, es común comprar un árbol artificial y decorarlo con luces y adornos, pero existen naciones donde la práctica de cortar árboles sigue vigente. Aunque algunos consideran que esta opción es menos ecológica, en realidad puede ser más sostenible de lo que parece. Por ejemplo, en México, el gobierno ha fomentado la compra de árboles naturales en lugar de artificiales.

En Nueva Zelanda, los pinos se plantan con fines comerciales. Los habitantes eligen los árboles en viveros, los cortan y los llevan a casa para adornarlos. La creadora de contenido neozelandesa Maddie, explicó en redes sociales que, aunque la práctica parece poco ecológica, los pinos son una especie invasora y su cultivo está controlado para evitar el impacto ambiental.

Árbol de navidad ¿natural o artificial? 

En Estados Unidos, el 81% de los hogares prefiere árboles artificiales, según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad, y anualmente se debate cuál opción es más adecuada para el medioambiente. Sin embargo, el Reino Unido ha introducido una alternativa innovadora: el alquiler de árboles de Navidad. Esta industria ha crecido un 30% en los últimos años, ofreciendo árboles cultivados en macetas especiales que se pueden replantar cada temporada. Los clientes pagan un depósito y reciben instrucciones para cuidar su árbol, asegurando que se mantenga en condiciones óptimas durante las fiestas.

Al final, la elección entre árboles naturales o artificiales dependerá de cada país, sus tradiciones y el impacto ambiental que se desee generar. La opción más sostenible será aquella que se ajuste mejor al ecosistema local y promueva prácticas responsables en la celebración navideña.

Publicidad