"Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad", fueron las palabras que quedaron plasmadas en la historia cuando el comandante del Apolo 11, Neil Armstrong, pisaba por primera vez la superficie de la Luna. Pero este no fue el único hecho histórico que se producía. Mucho antes, una ingeniera dio grandes pasos para las mujeres dentro de la NASA.
JoAnn Morgan es el nombre de la ingeniera de 28 años que se ganó un puesto al interior de la sala de control del Apolo 11 en Cabo Kennedy. Su labor consistía en ser controladora de los instrumentos, ya que según relatan en la propia NASA era "la mejor comunicadora", labor que desarrolló antes, y para la que fue confirmada para el día del lanzamiento luego de la solicitud de su jefe.
Como es de imaginar, nada fue fácil para Morgan en la NASA, donde -como casi cualquier institución en los años 60- el machismo imperaba. Cuando se confirmó como parte del equipo de la sala de control del Apolo 11, su supervisor directo se reunió con sus compañeros -todos hombres-, y les pidió que la trataran como una igual, según relata la propia NASA en una nota.
En el documento hay un diálogo donde Jim White, supervisor de Morgan, le dice a los demás que deben tratarla "como una ingeniera, ella no es su amiga, le dicen "sra. Hardin", no la tratan con familiaridad", a lo que alguien responde; "bueno, pero ¿podemos pedirle que haga café?", ante lo que él dice tajantemente que no, "no le pides a un ingeniero que haga café".
Así se establecieron las cosas antes de su llegada. Sin embargo de igual manera recibió llamadas obscenas en su estación de trabajo y ya que no habían baños para mujeres, debía solicitarle a un guardia de seguridad para que limpiara el único baño de hombres que había cerca.
"Espero que las fotos como las que tengo ya no existan"
JoAnn Morgan hizo una gran carrera en la NASA, siendo pionera en varios ámbitos, y preocupándose siempre de abrir espacios para las mujeres en un mundo que por mucho tiempo fue ampliamente masculino.
En la entrevista que le realizó la NASA para conmemorar los 50 años de la llegada a la Luna, ella misma señala que "miro esa foto de la sala de lanzamiento donde soy la única mujer y espero que todas las imágenes que muestran a las personas que trabajan en las misiones a la Luna y Marte, siempre haya mujeres. Espero que las fotos como las que tengo ya no existan".
A diferencia de muchos ella no ve esas imágenes donde aparece rodeada de hombres con admiración. Su mensaje es que esas fotografías se alejen "de nuestra cultura", y a sus casi 80 años, reitera el llamado a los jóvenes a estudiar y trabajar para lograr sus objetivos.