En medio de una de las más graves crisis de la historia política reciente de Perú y cuando se está en la cuenta regresiva para que el Presidente Pedro Pablo Kuczynski se enfrente al Congreso en una sesión que decidirá será apartado de su cargo por permanente "incapacidad moral", el reconocido analista político peruano y columnista de El Comercio, Pedro Tenorio, se refiere al tema que tiene al país vecino en vilo.
-En su columna de la semana pasada dijo que uno de los objetivos de Kuczynski era “salvar su presidencia”. Llegados a este punto en la crisis política peruana, ¿cree que esto sea posible?
Es un poco complicado por el estilo de gobierno que Kuczynski ha liderado en este último año y medio. Creo que él ha perdido oportunidades muy valiosas de demostrarle al pueblo peruano de que es un mandatario que tiene claro cuáles son los objetivos y sus prioridades.
Las encuestas revelan que Kuczynski ha desilusionado a muchos, que ha pasado por alto temas que son muy importantes para la ciudadanía, y de ahí su escaso apoyo popular. Eso ya, de por sí, ha generado una situación de fragilidad política sumado a una bancada reducida en comparación a la oposición. Así, se le presentaba un 2018 bastante difícil.
Entonces, en medio de todos estos cuestionamientos de idoneidad y honestidad, (salvarse) era un esfuerzo cuesta arriba para Kuczynski que, ahora, con las últimas revelaciones es casi imposible, porque vemos que la oposición mantiene una postura favorable al vacado del cargo y, al parecer, contaría con los votos para ello. En estos momentos la situación es bastante crítica para él.
-Pero su caída no tiene que ver con la desilusión ciudadana sino con el escándalo de Odebrecht.
Son temas que tienen una importancia distinta, porque un Presidente puede sobrevivir con una baja aprobación popular. Lo importante es la expresión del voto y Kuczynski ganó de una manera legítima y le correspondería cumplir su mandato hasta 2021.
Sin embargo, esa pérdida de respaldo ciudadano agudiza una situación en la que él tiene un reducido apoyo en el Congreso y éste puede ser un obstáculo, una piedra en el zapato difícil de lidiar para un gobierno en esas condiciones. Por eso, su poco apoyo popular es relavante. Porque si él fuera un Presidente con un 50% de aprobación, tendría más fortaleza para resistir lo que el escándalo de Odebrecht en estos momentos significa para él y para su gobierno.
-¿Qué lectura política se le puede dar a esta crisis? ¿Qué pretende el fujimorismo y el resto de la oposición con la vacancia presidencial?
La oposición tiene intereses distintos. El fujimorismo está convencido de que en la próxima elección será gobierno, en cambio el Frente Amplio y otros partidos de izquierda e incluso independientes que tuvieron opción en la elección del 2016, todavía tienen que construir partido.
Dentro del fujimorismo están los que creen que este gobierno sin Kuczynski y liderado por Vizcarra debe llegar al 2021 y están los que piensan que lo mejor es adelantar las elecciones para que Keiko (Fujimori) gane por haber sido la principal opositora y quien más ha luchado contra la presunta corrupción de este gobierno. El debate político del Perú es una olla a presión en la que distintos actores tienen sus propios objetivos.
-Aunque en la oposición la inmensa mayoría parece coincidir hoy en desbancar a Kuczynski.
En estos momentos, al parecer, tienen los votos. Pero no podemos asegurar nada, porque podría haber una negociación política que no estamos viendo y que lleve a que Kuczynski se salve por poco. Lo más probable es que sea destituido por la manera en que los voceros de las bancadas se han expresado hasta el momento.
No podemos asegurar nada, porque podría haber una negociación política que no estamos viendo y que lleve a que Kuczynski se salve por poco
Pero no vamos a estar convencidos hasta la votación, ya que los partidos peruanos no son tan disciplinados, ni tan rígidos y no actúan de manera tan férrea a la hora de tomar una decisión. Puede haber disidentes y los congresistas consideran que sobre ellos no hay mandato imperativo. Incluso, pueden votar en contra de lo que acuerde su bancada.
Si la elección fuera esta tarde podríamos creer que efectivamente será destituido. Lo más probable es que lo sea Pero tenemos que esperar. Ahora, la motivación del fujimorismo, entre otras, es la de recalcar su papel opositor y de lucha contra la corrupción, que es algo que le ha afectado durante mucho tiempo, por ser un partido que en los años 90 hasta el 2000 fue permeable con la corrupción en el caso de Fujimori y Montesinos.
-¿Quiénes ganan y quiénes pierden con una posible destitución de Kczynski?
Perdemos todos porque la estabilidad de un país pasa porque los períodos presidenciales se cumplan. Al final el país se afecta. Los ciudadanos sienten un enfriamiento en la economía, la falta de un liderazgo claro y la escasez de reformas estructurales.
Antes de este escándalo se hablaba mucho de hacer una reforma importante en el campo del empleo, de la seguridad social, de la jubilación. Entonces ha habido temas en los cuales el debate no ha sido para llegar todos a una solución, sino a un enfrentamiento permanente entre gobierno y oposición.
Habrá quienes piensen que gana el país, porque finalmente dejamos de lado la corrupción, que sin duda es algo que tenemos que combatir, pero ¿hasta qué punto las mentiras e imprecisiones de Kuczynski, y los conflictos de interés justifican una medida tan drástica como la de sacarlo?
Las posibilidades de Vizcarra
-Si asume Martín Vizcarra, quien de querer reemplazaría a PPK en caso de que fuera destituido, ¿qué posibilidades tendría de terminar el gobierno y cuáles serían las claves de su permanencia?
Tendría posibilidades de concluir su mandato de manera constitucional, pero para que ello suceda debería necesariamente convocar a un gobierno de mayor apertura a cómo lo ha venido manejando últimamente Kuczynski; un gabinete con personalidades que puedan dialogar con los demás partidos políticos que tengan algún canal de llegada al fujimorismo y a la izquierda.
Es decir, que pueda convocar a los distintos sectores políticos en decisiones importantes, agilizar las inversiones, destrabar proyectos de infraestructura, energéticos o mineros que traigan beneficios a las distintas regiones, pero que están en compás de espera en medio de esta incertidumbre. No se sabe si las autoridades que tenemos hoy lo serán en tres meses o en seis meses más. Entonces, con Vizcarra podríamos volver a un escenario de menos incertidumbre, pero deberá tener habilidad política.
Con Vizcarra podríamos volver a un escenario de menos incertidumbre, pero será requerido de habilidad política
-Habilidad política que analistas y políticos le acusan de no tener.
Se cree que Vizcarra no es el más adecuado. Sin embargo, es el primer vicepresidente. Si respetamos la Constitución y si es vacado PPK, él será el próximo Presidente. Seguramente va a pedir el apoyo de diversos sectores y se le va a brindar un apoyo inicial, pero dependerá de quienes sean sus colaboradores, qué decisiones tomará al inicio, qué actitud adopte, si conciliadora o no. A priori creo que es una persona que tiene las capacidades. Ha sido gobernador regional.
-¿Cuál es el panorama judicial para PPK?
PPK no puede ser acusado formalmente durante su mandato, aunque la fiscalía indaga sobre diversos temas y está reservando cualquier información comprometedora para cuando él deje la presidencia. La Constitución establece un blindaje legal sobre el jefe de Estado.
Pero si es removido o él renuncia, Kuczynski pierde este atributo y seguramente será citado en lo inmediato por la fiscalía confrontándolo ante la documentación que ha aparecido para establecer si años atrás, cuando fue ministro, hubo o no algún tipo de actividad ilícita.
Todo eso será parte de un proceso de investigación: será citado en su momento y, si encuentran algunos elementos, será acusado. Esto será posterior al mandato que todavía mantiene.
Pero sí se ve una perspectiva complicada para él. Todos estos indicios que han aparecido sin duda van a merecer, en su momento, que a él se le pida documentación, algún tipo de medida de arraigo, permiso para viajar, etcétera. Es un hombre de 78 años. No creo que se le pueda dar una medida drástica, porque tampoco hay un delito flagrante hoy. Tenemos que ver como se presentan los hechos.
Es un hombre de 78 años. No creo que se le pueda dar una medida drástica, porque tampoco hay un delito flagrante hoy
Por primera vez en esta era de alta tecnología, todos vamos a ver en vivo la presentación de un presidente compareciendo sobre una posible vacancia. El año 2000 se dio el último episodio de vacancia presidencial. Fujimori pretendía renunciar desde Japón y no se le aceptó la renuncia, pero no tuvimos la imagen de un mandatario compareciendo ante el Congreso.