En la Audiencia de Düsseldorf comenzó hoy el juicio contra un alemán que confesó haberse unido a las milicias de Estado Islámico en Siria e informará sobre el funcionamiento de esa organización terrorista.
El imputado, un hombre de 25 años identificado como Nils D. por el juzgado, se ha convertido en una de las principales fuentes de información en Alemania sobre el funcionamiento y la estructura de las milicias del Estado Islámico.
En este país se multiplican los juicios contra personas que regresan de Siria luego de haberse reclutado en las filas de Estado Islámico. Pero el caso de Nils D. sobresale por su confesión, que ofrece detalles acerca de las estructuras internas de esa organización terrorista.
La fiscalía federal, que se encarga de casos de seguridad nacional y de terrorismo, acusó a Nils D. de haber participado en una unidad especial de las milicias fundamentalistas, con la que daba caza a desertores y sediciosos.
Él lo admitió en su confesión, que ha sido muy amplia. También reconoce haber estado presente en torturas y asesinatos del grupo, aunque asegura que él no participó en ellas. Los medios alemanes describen su unidad como una suerte de policía secreta, "la Gestapo del Estado Islámico".
Cinco jóvenes muertos en Siria
El acusado lleva un año en la cárcel, desde que lo detuvieron las fuerzas especiales en su localidad natal, Dienslaken, en la cuenca del Ruhr, una región industrial y minera venida a menos.
Nils D. se unió al estado Islámico con otros 12 jóvenes de la zona. En Siria formaron la llamada "Brigada de Lohberg", un barrio de Dinslaken. Uno de sus compañeros posó en una foto con una cabeza cortada.
Según Horst Dickhäuser portavoz de las autoridades locales, de los 13 de Lohberg ya han muerto cinco. Otros cinco han regresado a Alemania y están "en la vía de la reinserción social". Nils D. ha hablado más que muchos de los antiguos miembros del Estado Islámico. Ya prestó testimonio en dos procesos antiterroristas.
De acuerdo con la acusación, fue miembro del Estado Islámico desde octubre de 2013 hasta su regreso, más de un año después. Hay una foto suya apuntando con una pistola la cabeza de un preso de las milicias.
El joven procesado aseguró que "quien trata de escapar del Estado Islámico es un hombre muerto". Ahora es él quien escapó del grupo. Ni siquiera sus abogados defensores se atreven a hacer públicos sus nombres.