Un final feliz en el caso de Joe, un niño de ocho años de Oldenburg que llevaba ocho días desaparecido: el niño fue encontrado vivo en una alcantarilla, según la Policía. Joe resultó ileso externamente y fue trasladado a un hospital de Oldenburg, en el estado de Baja Sajonia. Solo tenía hipotermia, dijo una portavoz de la Policía a la AFP.
El niño con discapacidad mental estaba desaparecido desde el 17 de junio. El sábado por la mañana, en torno a las 6.30 horas, un paseante oyó un llanto suave y avisó inmediatamente a la Policía. Solo unos minutos después, la policía llegó al lugar con los bomberos y los socorristas y liberó al niño de la alcantarilla.
La Policía anunció esta semana que había descartado la posibilidad de culpa ajena. Tras analizar todos los rastros e indicios, los agentes supusieron que Joe se había arrastrado por un desagüe hasta el alcantarillado de aguas pluviales el día de su desaparición y que había perdido allí la orientación tras recorrer varios metros.
La alcantarilla se encuentra en una calle del mismo distrito que la casa de los padres del niño, en Donnerschwee.
Odisea subterránea en Oldenburg
Joe había sido buscado desesperadamente en los últimos días, también con perros rastreadores, drones y helicópteros. La Policía también pidió a los residentes de la zona que ayudaran en la búsqueda y que buscaran en los escondites que conocieran, ya que en un principio habían asumido que el chico podría malinterpretar la búsqueda como un juego.
Luego, el jueves, los investigadores crearon una brigada de homicidios porque ya no descartaban un crimen violento. En un principio, los investigadores temían que se hubiera cometido un delito porque un testigo declaró que había visto al chico en compañía de un desconocido.
Juego en un tubo de drenaje
No obstante, la historia tuvo un mejor desenlace. Según la Policía, Joe habría estado jugando en un terreno y subió "muy probablemente" en un tubo de drenaje de hormigón cercano con un diámetro de 100 centímetros. Así es como comenzó la odisea.
Con la ayuda de un robot con cámara, la policía reconstruyó la trayectoria del chico. Primero siguió la tubería de desagüe durante 23 metros y luego una tubería ramificada de solo 60 centímetros de diámetro. Allí, tras 70 metros, un robot encontró la chaqueta del chico y, tras otros 65 metros, el resto de la ropa.
Entre la entrada y el lugar donde se encontró al niño, había pozos de canal y ramas a intervalos regulares, donde el niño había podido ponerse de pie. El niño probablemente perdió su orientación cada vez más. "Una primera declaración del chico confirma esta suposición", dice un comunicado de la Policía.
Además, según los investigadores, no hay indicios de que Joe pudiera haber permanecido fuera de este sistema de canales durante los ocho días.
Los investigadores aún no han podido interrogarlo en detalle. El niño de ocho años sigue en el hospital. Al mismo tiempo, la Policía pidió que se abstuviera de hacer preguntas sobre el estado de salud del chico por consideración a él y a su familia.