La derecha populista alemana dio por roto el diálogo con representantes del colectivo musulmán y agudizó sin tapujos su línea islamófoba, acorde con la del ultranacionalista FPÖ en la vecina Austria.

La reunión entre las cúpulas de Alternativa para Alemania (AfD) y del Consejo de los Musulmanes del país, convocada a iniciativa de estos últimos para tender puentes de diálogo, tuvo menos de una hora de vida y terminó abruptamente entre reproches mutuos.

Para Frauke Petry, líder de AfD, no tenía sentido seguir con la tentativa mientras el Consejo no se retractara de una declaración en la que situaba a AfD como "cercana al Tercer Reich" de Adolf Hitler.

El presidente del Consejo, Aiman Mazyek, se ratificó por su parte en calificar de "inaceptable" el pronunciamiento programático de AfD, aprobado en su reciente congreso federal, según el cual "el Islam no forma parte de Alemania".

La anunciada comparecencia conjunta no tuvo lugar, sino que cada uno expuso en paralelo y por separado su parecer tras el fin prematuro del teórico diálogo cuya convocatoria, en un céntrico hotel de Berlín, había desatado un gran despliegue mediático.

Reproches mutuos

Petry insistió ante los medios en que su partido no es islamófobo, sino que respeta los derechos "de los musulmanes dispuestos a integrarse y a aceptar las leyes alemanas", para a continuación defender los postulados de AfD, partidaria de prohibir símbolos islámicos, incluidos los minaretes o el velo islámico.

A su juicio, el Consejo Musulmán -una de las grandes organizaciones de ese colectivo en Alemania- no representa a la mayoría moderada de los cuatro millones de musulmanes del país, sino a su ala más radical, partidaria de la sharía y por tanto contraria a los principios constitucionales.

Petry aseguró que el Consejo ni siquiera había convocado la reunión de diálogo por el conducto correcto -una invitación a su partido- sino a través de los medios.

Mientras Petry hablaba en el vestíbulo del hotel, de pie y ante decenas de micrófonos, Mazyek aseveró desde la sala inicialmente prevista para una comparecencia conjunta que con el AfD se ha establecido en Alemania, por primera vez desde el nazismo, un partido que supone una "amenaza contra la libertad de religión y culto" en el país.

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