El Gobierno alemán destinará un contingente de 650 soldados a la nueva misión de la OTAN en el Mediterráneo llamada "Sea Guardian" (guardianes del mar). La misión es sucesora de la operación "Active Endeavour", que fue creada en 2001 tras los atentados del 11 de septiembre contra EE. UU. con el fin de vigilar el tráfico naval civil en el Mediterráneo.

El consejo de ministros aprobará mañana la resolución correspondiente, para que sea sometida al voto del Bundestag (cámara baja del Parlamento) previsiblemente la semana siguiente.

“Sea Guardian” desarrollará funciones de seguridad marítima, según se acordó en la cumbre de la OTAN celebrada el pasado mes de julio en Varsovia, a modo de reconversión amplificada de su predecesora, "Active Endeavour". En situaciones excepcionales, apunta ese medio, podrá registrar barcos sospechosos de estar vinculados a organizaciones terroristas.

En una carta a sus grupos parlamentarios, el ministro de Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, y la ministra de Defensa, la democristiana Ursula von der Leyen, afirman que la OTAN actuará coordinadamente con la misión de la UE ante Libia y de la Agencia Europea de Control de las Fronteras Exteriores (Frontex). Steinmeier alega en la carta que la misión se trata de combatir conjuntamente "los peligros potenciales de actividades como el tráfico ilegal de personas y armas". También añadió que a falta de un control estatal efectivo en litorales mediterráneos como el de Libia posibilita a las organizaciones terroristas "practicar sus actividades su mayores problemas" y suponen "un desafío para nuestra seguridad".

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