Alemania avanza hacia un levantamiento gradual de la obligación de llevar mascarilla, tras una fuerte reducción de las infecciones de COVID-19 en el país, dijo el lunes el ministro de Salud, Jens Spahn.
"Gracias a la caída de la tasa de incidencia, podemos proceder por etapas; un primer paso podría ser el levantamiento del uso de la mascarilla en espacios exteriores", dijo Spahn, en una entrevista con el grupo de prensa Funke.
"En las regiones con una tasa de incidencia muy baja y una elevada tasa de vacunación, esto podría alcanzar progresivamente a los espacios interiores", añadió.
En Alemania, el uso de mascarillas es obligatorio en los lugares públicos cerrados, el transporte público, los negocios y algunas calles muy frecuentadas.
Pero el país, como la mayoría de sus vecinos europeos, registra desde hace varias semanas una fuerte disminución de las infecciones de COVID-19, lo que ha permitido una flexibilización de las restricciones.
Por otra parte, la campaña de vacunación se ha acelerado. Casi uno de cada dos alemanes (48,1%) ya ha recibido al menos una dosis, mientras que el 25,7% de la población está completamente inmunizada.
Desde mediados de mayo se han levantado numerosas medidas anticovid. Restaurantes, bares y comercios no esenciales, cerrados desde hace varios meses, volvieron a abrir.
La ministra de Justicia, Christine Lambrecht, pidió a las regiones alemanas que "examinen" en qué medida el uso de la mascarilla sigue siendo "apropiado" en sus territorios.