El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, decretó el toque de queda en tres sectores populares de la capital colombiana tras disturbios y saqueos, un día después de masivas protestas contra el presidente Iván Duque que dejaron tres muertos y cientos de heridos.
"Vamos a establecer el toque de queda en tres localidades, en Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, a partir de las ocho de la noche (01H00 GMT del sábado)" porque en esos lugares "es donde se han concentrado los actos delincuenciales", dijo Peñalosa en rueda de prensa.
Aunque las autoridades dieron temprano un reporte de tranquilidad en todo el país, en el sur de Bogotá estallaron enfrentamientos entre manifestantes y policías cerca de estaciones de transporte público que fueron escalando a lo largo del día.
También hubo saqueos y robos que autoridades atribuyeron a "actividades criminales" y "desmanes" sin relacionarlos directamente con las protestas de la víspera, las mayores de los últimos tiempos contra el gobierno central.
Peñalosa destacó que en la capital del país hay "cerca de 20 mil uniformados" entre policías y militares que buscan mantener el orden público, y se han producido aproximadamente 230 capturas.
"De ninguna manera vamos la mayorías a dejar que esta minoría ínfima de delincuentes destruya nuestra ciudad", agregó.
En las tres localidades bajo toque de queda viven unos 2,5 de los siete millones de habitantes de Bogotá.
El presidente Iván Duque indicó en un tuit que se comunicó por teleconferencia con Peñalosa para hacer una "evaluación y seguimiento a recientes alteraciones de orden público".
A la par de los disturbios, cientos de manifestantes se dieron cita en la Plaza de Bolívar, corazón político de Colombia, recogiendo la estela del llamado paro nacional de la víspera e iniciaron 'cacerolazos', una protesta inusual en Colombia, antes de ser desalojados por policías antidisturbios, según constató un reportero de AFP.
Los promotores del paro se deslindaron sin embargo desde temprano de esta nueva convocatoria. "El paro terminó (...), hoy tiene que volver a la normalidad", dijo Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo.
Con un diverso abanico de reclamos y exigencias contra las políticas económicas, sociales y de seguridad, cientos de miles de personas protestaron el jueves en las calles y con 'cacerolazos' contra Duque.
Las protestas dejaron un saldo oficial de tres muertos, 122 civiles con heridas leves y 151 miembros de la fuerza pública lesionados.