Al menos ocho personas murieron el martes y más de 2.750 resultaron heridas, entre ellas combatientes de Hezbolá y médicos, cuando los localizadores que usan para comunicarse explotaron en el Líbano, informaron a Reuters fuentes de seguridad y el ministro de Sanidad.

El ministro de Información libanés, Ziad Makary, dijo que el gobierno condenaba la detonación de los localizadores como una "agresión israelí".

Hezbolá también culpó a Israel de las explosiones y dijo que recibiría "un castigo justo". El Ejército del Estado judío no quiso hacer comentarios a las preguntas de Reuters sobre las detonaciones.

Un funcionario de Hezbolá, que habló bajo condición de anonimato, dijo que la detonación de los localizadores era la "mayor brecha de seguridad" a la que se había visto sometido el grupo en casi un año de guerra con Israel.

ADVERTENCIA: imágenes fuertes

Israel y Hezbolá, respaldado por Irán, han estado envueltos en una guerra transfronteriza desde que el conflicto en Gaza estalló en octubre, en la peor escalada en años.

Hezbolá confirmó en un comunicado la muerte de al menos tres personas, entre ellas dos de sus combatientes. Agregó que un tercer fallecido era una niña. El grupo señaló que su jefe Sayyed Hassan Nasrallah no resultó herido en las explosiones.

La ola de explosiones duró cerca de una hora luego de las detonaciones iniciales, que ocurrieron cerca de las 15.45 hora local (1345 GMT). No estaba claro inmediatamente cómo los dispositivos fueron detonados.

El Ministerio de Asuntos Exteriores libanés describió las explosiones como una "peligrosa y deliberada escalada israelí" que, según dijo, había ido "acompañada de amenazas de extender la guerra hacia Líbano a gran escala".

Las fuerzas de seguridad interna libanesas dijeron que varios dispositivos de comunicación inalámbrica habían sido detonados en todo Líbano, especialmente en los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolá.

Los dispositivos que detonaron eran el último modelo introducido por Hezbolá, dijeron tres fuentes de seguridad.

CENTENARES DE HERIDOS GRAVES

El ministro libanés de Sanidad, Firass Abiad, dijo que 2.750 personas habían resultado heridas en las explosiones, 200 de ellas de gravedad.

Entre los heridos había muchos combatientes de Hezbolá que son hijos de altos cargos del grupo armado, dijeron a Reuters dos fuentes de seguridad.

El embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, sufrió una "herida superficial" y se encuentra actualmente en observación en un hospital, informó la agencia de noticias semioficial iraní Fars.

Más temprano el martes, la agencia de seguridad nacional de Israel dijo que había frustrado un complot de Hezbolá para asesinar a un exfuncionario de alto rango de Defensa en los próximos días.

Hezbolá ha declarado que quiere evitar un conflicto total con Israel, pero que sólo el fin de la guerra de Gaza pondrá fin a los enfrentamientos transfronterizos. Los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza siguen estancados tras meses de conversaciones con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos.

Un periodista de Reuters vio ambulancias trasladándose por los suburbios del sur de la capital, Beirut, en un contexto de pánico generalizado. Una fuente de seguridad dijo que los buscapersonas también estaban explotando en el sur de Líbano.

En el hospital Mt. Líbano, un periodista de Reuters vio motocicletas ingresar en la sala de emergencias, donde había personas gritando de dolor con las manos ensangrentadas.

El director del hospital público Nabatieh, en el sur del país, Hassan Wazni, dijo a Reuters que unos 40 heridos estaban siendo tratados allí. Las heridas incluían lesiones en el rostro, ojos y extremidades.

Hezbolá lanzó misiles a Israel inmediatamente después de los ataques del 7 de octubre por parte de hombres armados de Hamas, que desataron la guerra en Gaza. Hezbolá e Israel han seguido atacándose desde entonces, aunque han evitado una escalada mayor.

Decenas de miles de personas han sido desplazadas de ciudades y pueblos a ambos lados de la frontera debido a las hostilidades.

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