El financiamiento de Estados Unidos es "vital" para el funcionamiento de la oficina del Alto Comisariado para los Refugiados de la ONU (ACNUR), dijo el domingo su jefe, Filippo Grandi, en un encuentro con el secretario de Estado, Rex Tillerson.

Ambos se reunieron en Nueva York antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que Washington prevé relanzar sus demandas de reforma del presupuesto de la organización mundial y de reducción de sus propias contribuciones. 

Estados Unidos, que brinda considerables sumas de manera voluntaria a algunas agencias y programas de la ONU, además de su financiamiento formal a la organización, espera economizar en estos presupuestos.

Interrogado, durante una foto con Tillerson, acerca de si el ACNUR podría continuar asumiendo los desafíos actuales sin las contribuciones estadounidenses, Grandi respondió sin dudar: "diría que no".

"La ayuda estadounidense es vital para respaldar a los refugiados en todo el mundo y para encontrar soluciones a su situación", señaló antes del comienzo del encuentro. 

La agencia de la ONU depende casi totalmente de las ayudas voluntarias para financiar sus programas. El año pasado Estados Unidos fue su mayor contribuyente, con 1.500 millones de dólares a su presupuesto anual de 4.000 millones.

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