Los Guardianes de la Revolución de Irán, según ha denunciado la organización Human Rights Watch (HRW), reclutaron en su territorio a miles de afganos indocumentados y los envió a luchar a Siria. Un informe difundido este viernes por la ONG con sede en Nueva York desvela que las autoridades iraníes, con el objetivo de que defiendan los lugares sagrados de los chiíes en Siria, les ofrecen regularizar su situación en Irán e incentivos financieros para alistarse en las milicias progubernamentales que operan en Siria.
Sin embargo, ha habido denuncias por parte de algunos afganos que acusan a las autoridades de coacciones para enrolarse en dichos grupos armados. HRW ha entrevistado a una veintena de afganos que vivieron en suelo iraní: algunos dijeron que ellos o parientes suyos habían sido forzados a combatir en Siria, y que más tarde o bien huyeron y alcanzaron Grecia, o fueron deportados a Afganistán por negarse a hacerlo.
Usados en misiones peligrosas
El director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert, apuntó en la nota que "Irán no solo ha ofrecido a refugiados e inmigrantes afganos incentivos para luchar en Siria, sino que también ha amenazado con deportarlos a Afganistán si no lo hacían". "Enfrentados a esta difícil decisión, muchos huyen desde Irán hacia Europa", afirma Bouckaert. Los datos que maneja HRW contabilizan unos tres millones de afganos en Irán huidos por el conflicto en su país. Únicamente 950.000 están reconocidos legalmente como refugiados.
Las autoridades de la República Islámica alegan que miles de afganos se han ofrecido voluntarios para unirse a milicias en el territorio sirio, pero HRW advirtió de que su vulnerable situación legal en Irán y el miedo a ser deportados podrían contribuir a su decisión. Algunos denuncian que los mandos iraníes bajo cuyas órdenes entran en combate, los utilizan para misiones peligrosas, como punta de lanza, y les amenazan con dispararles si retroceden.