Finlandia y Suecia reafirmaron el sábado su derecho a entrar en la OTAN si es que lo desean, a pesar de nuevas advertencias de Rusia en medio de su invasión de Ucrania.
El viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Kremlin advirtió que una adhesión de Finlandia o de Suecia a la OTAN -- que según estos dos países nórdicos no está en la agenda -- "tendría repercusiones militares y políticas graves".
Una declaración en este sentido de la portavoz del ministerio, Maria Zakharova, fue ampliamente difundida en las redes sociales y se interpretó como una amenaza de ataque militar en caso de adhesión.
"Ya escuchamos eso en el pasado", matizó el ministro finlandés de Asuntos Exteriores Pekka Haavisto en la televisión pública Yle el sábado.
"Las mismas palabras habían sido utilizadas por Rusia hace unas semanas, cuando había exigido garantías de que la OTAN no se ampliaría más hacia el este. Pero también en muchas ocasiones en los últimos años", subrayó.
Pese a la invasión rusa de Ucrania, tanto Helsinki como Estocolmo descartaron desde el jueves la idea de una petición expresa de adhesión a la alianza militar occidental.
Pero desde el inicio de la escalada de la crisis ucraniana, pidieron garantías de que la puerta de la alianza seguía abierta.
Ambos países son oficialmente no alineados, aunque son socios de la OTAN desde mediados de los años noventa.
"Quiero ser muy clara.Es Suecia la que elige por sí sola y de forma independiente su línea de seguridad", aseguró el viernes la primera ministra sueca Magdalena Andersson en una rueda de prensa.
Incluso antes de la invasión, la crisis ucraniana había reabierto el debate sobre la OTAN en Suecia y Finlandia, donde la izquierda está tradicionalmente muy en contra y la derecha más a favor.
Según una encuesta publicada el viernes, el apoyo de la opinión pública sueca a una adhesión de la OTAN nunca ha sido tan alto.
En el estudio del instituto Novus para la televisión SVT, 41% de los encuestados está a favor de la adhesión, el 35% en contra y el 24% está indeciso.