No es fácil adaptarse a vivir por 14 días encerrados en la casa sin poder salir. Esto a raíz de la cuarentena decretada en ya varios países del mundo producto del avance del coronavirus. 

Es por eso que en los últimos días una monja de claustro, en España, brindó su sabiduría respecto a esta situación. María Teresa de los Ángeles, de las carmelitas descalzas de Cádiz, compartió consejos para enfrentar lo mejor posible el encierro.

Junto con las otras siete monjas con las que vive, López decidió publicar en la página web de su convento 10 consejos "para vivir los días de confinamiento y no morir en el intento". 

A través del Facebook del convento compartieron el artículo diciendo: "Nuestro granito de arena... Ya que lo nuestro es "estar amando", queremos ser un espacio de paz y luz para todos. Rezamos con vosotros a la Madre de Dios, pidiendo gracia para salir de esta situación más fortalecidos".

Y agregaron: "Os compartimos lo que para nosotras es nuestra experiencia de vivir siempre en el mismo sitio. La clausura también se aprende y se puede vivir como una escuela de libertad, interioridad y dominio propio.
Ánimo! Quedaos en casa y vivirlo en plenitud, es un reto interesante". 

Actitud de libertad

María Teresa intenta, en primer lugar, dar vuelta el significado del encierro. "Es verdad que las autoridades nos obligan a estar en casa, tu libertad consiste en adherirte voluntariamente, sabiendo que es por un bien superior. Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí libremente".

Paz donde se ensanche el alma 

La monja de clausura asegura que el interior del corazón es el espacio más amplio para expandirnos, el lugar por donde podemos andar con holgura. "Dale cabida a la creatividad, escucha tus propias inspiraciones y encuentra la belleza de la que eres capaz. Cuando te acostumbres a vivir en ti, ya no querrás salir". 

No te descuides, la paz hay que trabajarla

Haciendo alusión a la limitada variedad de opciones con las que contamos para entretenernos, María Teresa aconseja no dejarse llevar por el miedo, la tristeza o la apatía. "Cuando algún pensamiento no te haga bien, deséchalo. Procura inclinarte hacia todo aquello que te da paz y alegría. La armonía hay que currársela".

Ama

La clave de estos días es mantener una buena convivencia a pesar de la irritabilidad que nos puede generar tantos días de encierro. "Acepta y respeta las opiniones y sentimientos de los demás. Quítale importancia a las diferencias y potencia las cosas que unifican. El único terreno que realmente te pertenece era tú mismo: tus pensamientos, palabras y emociones, más que controlar, contrólate. Desdramatiza, vive y deja vivir". 

No mates el tiempo

Puede ser flexible, pero la carmelita asegura que "nada podrá crearte una sensación tan grande de hastío como matar las horas. Descanso y ocupación no son antagónicos, aprovecha para descansar haciendo actividades que te relajen o que estimulen un buen ánimo. Matar el tiempo es matar la vida".

Ensancha tus propias fronteras

Cuántas veces nos hemos quejado de todo lo que dejamos por hacer debido a la falta de tiempo. María Teresa aconseja que "ese libro que te regalaron hace tres navidades y no has leído, ese otro que aún no has devuelto porque te lo dejaste por la mitad. Si te gusta la música, busca nuevos artistas, descubre nuevos géneros. ¿Te apetece un viaje?… Piensa en algún país exótico y aprende sobre su cultura, legua, tradiciones… tenemos Internet para eso". 

Para los más sensibles

"Hay que ser selectivos con lo que recibimos desde afuera para evitar entrar en círculos viciosos que nos atrapen en la desesperación. Un buen remedio para canalizar la energía y relajarnos es bailar. Poned buena música y ríanse un rato bailando", sugiere la hermana María Teresa.

No estas aislado

"El amor y cariño de tu gente siguen ahí aunque el contacto físico se haya distanciado", explica la carmelita. Aprovechando la oportunidad que nos da Internet, es un buen momento para vivir la comunicación a un nivel más profundo. "Deja que el diálogo haga crecer la confianza y las confidencias construyan complicidad. Escucha a los demás hasta que terminen y cuenta lo que siempre has querido contar".

Jornada de reflexión

Para no agobiarse también es necesario buscar momentos de silencio y soledad. "Nos cansamos del aceleramiento que tenemos encima. Aprovechemos esta oportunidad para meternos en un capullo como el gusano se convierte en mariposa. Reflexionad, pensad, meditad para discernir si estamos poniendo el acento en las cosas que importan". 

Ora

Por último, la carmelita invita a rezar a aquellos que así lo crean y lo sientan. "Sólo la oración (que es el vínculo de amistad con Dios) puede sustentar la vida en todas las situaciones, especialmente en las adversas". 

 

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