Una mujer fue condenada a prisión en junio de este año, por la muerte de su hijo que ocurrió hace dos años en Gales, Reino Unido. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones del país la dejó en libertad tras un controvertido fallo.
Según informó BBC, Marina Tilby, de 26 años, fue sentenciada a pasar dos años y cuatro meses en la cárcel, luego de reconocer que en 2017 salió a tomar alcohol con su hermana y llevó a su bebé de cuatro semanas.
El juez Paul Thomas calificó el incidente como un "terrible caso de egoísmo materno".
Tilby alimentó a su bebé Darrian antes de acostarlo en una cama doble para luego irse a dormir a su lado.
Cuando su hermana vino a buscarla poco después, encontró a la madre acostada sobre su hija, quien estaba con sangre en la nariz y no reaccionaba.
A pesar de los esfuerzos por despertarla, la mujer se mantuvo inconsciente, mientras que el bebé era llevado al hospital.
La evidencia médica no pudo descartar la posibilidad de que la muerte de Darrian fuera causada por el síndrome de muerte súbita del menor antes de que Tilby se pusiera sobre él.
En la sentencia de junio, la fiscal Catherine Richards dijo que Darian había muerto después de que Tilby se durmiera sobre él.
Pero el juez Paul Thomas expresó su "malestar" porque la evidencia médica no podía probar que esto había causado su muerte o descartar otras posibilidades.
Dyfed Thomas, en defensa de la madre dijo que le habían diagnosticado depresión desde su muerte y que "había sufrido claramente".
"Ella desea expresar al tribunal, al padre del bebé y a su propia familia, su propio remordimiento y sentimiento de culpa de esa noche. Su dolor la llenará por la ausencia de su hijo por el resto de sus días", declaró el abogado.
El juez Thomas afirmó que "es la responsabilidad de una madre, el deber de una madre y su instinto natural poner el cuidado y la seguridad de su hijo de cuatro semanas por encima de todo lo demás.
Y agregó: "Ignoraste completamente ese deber para poder emborracharte en una salida nocturna".
Sin embargo, la justicia tomo razón de las palabras del abogado que señalaban que la muerte del menor tuvo un "impacto significativo" en la salud mental de ella, por lo que decidieron dejarla en libertad condicional por un año.
