Una niña de 10 años llamada Francine Salazar falleció en un accidente de auto y su familia decidió donar sus órganos a 80 personas en California, Estados Unidos.
Según consignó el medio The Sun, el accidente ocurrió luego de que Hanah, la madre de Francine, fuera a buscarla a un programa de "after-school".
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Cuando se encontraban en la van de la familia, en dirección a comprar un helado, su auto chocó contra otro vehículo que iba a una velocidad entre 90 y 120 kilómetros por hora.
Francine quedó gravemente herida y fue trasladada inmediatamente al hospital de niños Valley. Días después del accidente, los doctores le confirmaron a la familia que la pequeña había sufrido muerte cerebral y que poco después había fallecido.
Su familia decidió donar los órganos en un gesto de solidaridad, salvando seis vidas y ayudando a otras 75 personas.
El personal del hospital realizó por primera vez una "guardia de honor" por la pequeña, ubicándose en los costados de los pasillos mientras su cuerpo fallecido era trasladado al pabellón de operación para extraer los órganos.
"Mi hija es una persona cariñosa, amorosa y desinteresada, y ayudaría a todos antes que a sí misma", dijo Hanah.
John Blakely, el padrastro de la menor, agradeció al hospital diciendo: "Sabemos que Francine recibió la mejor atención que puedas imaginar".
Actualmente, una página en GoFundMe creada por los padres de la menor explica el caso y pide donaciones para poder pagar los gastos médicos del hospital y los gastos del funeral de la pequeña.
Hasta el momento han recolectado 17.000 dólares, que son casi 13 millones de pesos chilenos. La meta son 20.000, es decir, un poco más de 14 millones.