Gatea todos los días, cerca de dos kilómetros, para poder llegar a su colegio, debido a que una parálisis cerebral no le permite caminar.
Jaime, un adolescente de 16 años, de Morazán, Honduras, se esfuerza a diario para llegar al establecimiento y poder estudiar, con el fin de poder trabajar en un banco cuando sea grande.
Con guantes y rodilleras, el joven gatea cerca de una hora y se levanta a las 5:30 horas de la mañana para poder irse con calma a la escuela y llegar antes que cierren las puertas.
Jaime sueña con tener algún día una silla de ruedas eléctrica para poder simplificar el camino. Es por eso que, a través de redes sociales, viralizaron su historia para intentar recaudar fondos y regalarle la silla.