En la localidad de Merthyr Tydfil, en Gales, una mujer que acudió a un hospital por una tos simple terminó con la amputación de sus piernas, el brazo izquierdo y cuadro dedos de la mano derecha.
Según informa Metro, se trata de Jayne Carpenter, una ex enfermera de 51 años, quien sufrió una infección y posterior sepsis, que obligó a que tuvieran que amputar las partes antes mencionadas.
Al principio, los médicos creyeron que podía tener neumonía, sin embargo, la mujer cayó en coma, revelando la dificil situación.
Con el paso del tiempo, los médicos le dijeron a su esposo que Carpenter moriría a menos que sufriera una amputación cuádruple.
Tras la amputación, Jayme ha prometido que quiere caminar de nuevo y recaudar 265 mil libras (más de 230 millones de pesos) para comprar prótesis especiales para hacer su vida más autónoma.
"Ha sido completamente devastador y ha cambiado mi vida. Tener sepsis es algo que nunca predices que te sucederá. (...) No he dejado que me derrote, pero tengo mis momentos oscuros", señaló Carpenter.
Jayne relató al citado medio que comenzó a tener una tos muy fuerte, acompañada de una flema de color oscuro.
La mujer creía que solo era un virus y no le tomó importancia, hasta que al día siguiente, tenía falta de aliento y no podía caminar. 9 semanas después, sufrió la amputación de sus extremidades.
Los médicos aseguran que Carpenter tiene suerte de estar viva y ahora se dedica a trabajar a tiempo parcial como médico parajurídico.
"Es como un proceso de duelo, me he afligido por la vida que una vez tuve y la capacidad de hacer muchas de las pequeñas cosas que dan por sentado, como poder nadar. No puedo ponerme mis propias joyas, confío en que mi esposo se ponga mis zapatos, me quita la feminidad (...) Trato de hacer todo lo que puedo pero tengo que pedirle a Robert que haga muchas cosas, ha sido una verdadera roca", señaló la mujer.