Un extraño comportamiento en las vacas y toros olvidados en la zona de exclusión de Chernóbyl han detectado los investigadores de la Reserva de Radiación y Biosfera Ecológica de Chernóbyl.
Y es que en un trabajo que les tomó tres años en cruzar resultados, se lograron percatar que la fauna bovina en el lugar pudo adaptarse a las condiciones climáticas y alimenticias en el lugar sin humanos, y afectado por años por la radiación tras la explosión de la central nuclear en 1986.
Los investigadores además concluyeron que ahora las vacas y toros no se comportan como el humano conoce. Es decir, pastar libremente sin alguna condición de liderazgos.
Pues el ganado comenzó a comportarse de manera similar a animales salvajes. Por eso es que crearon grupos organizados donde mantienen una estructura jerárquica fuerte y bien definida.
La manada es liderada por el toro más viejo y fuerte, el cual se encarga de proteger al resto de los integranes del núcleo, incluyendo a machos más jóvenes, eso sí, siempre y cuando no disputen el liderazgo.
Esta adaptación se dio con la falta de humanos en el sector, además de tener depredadores que atentaban contra su integridad.