¿Fue este secuestro fallido un intento de venganza?

Jacqueline Veyrac, la propietaria millonaria del Grand Hotel, uno de los hoteles más lujosos en Cannes, en el sur de Francia, fue raptada el lunes 24 de octubre.

La mujer de 76 años fue secuestrada en una calle en el centro de Niza, a una hora al este de Cannes.

Pero fue liberada a los dos días, después de haber sido vista por un transeúnte. Veyrac estaba atada, amordazada y tendida en el suelo de una furgoneta estacionada en una carretera.

El hombre se acercó al vehículo porque una de sus placas de matrícula estaba colgando y dejaba a la vista una segunda placa debajo.

Este golpe de mala suerte para los secuestradores puso fin al secuestro de Veyrac.

Un restaurador con una estrella Michelin

El fiscal del caso, Jean-Michel Pretre, informó que detuvieron a seis personas y que las están investigando por secuestro y extorsión. Un séptimo hombre -un expolicía- enfrenta un cargo menor por no reportar el crimen. Cinco de los siete permanecen bajo custodia.

Jacqueline Veyrac es copropietaria del hotel 5 estrellas Grand Hotel, en Cannes, en la Riviera francesa.

El principal sospechoso es un restaurador con una estrella Michelin. Se trata de Giuseppe Serena, un empresario italiano de 63 años de edad que administraba el famoso restaurante La Reserve, en el puerto de Niza. El lugar es un punto de referencia en la ciudad y también pertenece a la familia de la víctima.

Según el fiscal, Serena le tenía rencor a Veyrac, ya que la culpaba de su fracaso en La Reserve.

En 2007, el italiano había firmado un contrato para operar el restaurante en colaboración con el chef finlandés Jouni Tormanen. Los dos habían estado a cargo previamente de L'Atelier du Gout, de una estrella Michelin, ubicado en Bandol, a dos horas al oeste de Cannes.

Pero en 2009 La Reserve dejó de pagar las deudas que tenía pendientes. Ellos redujeron las operaciones, pero ya era demasiado tarde y la compañía fue finalmente declarada en quiebra. Hoy el negocio se encuentra bajo un nuevo equipo.

Según el fiscal, Serena tenía la intención de pedir un rescate a la familia Veyrac con el fin de recuperar la gran suma de dinero que habría perdido en la empresa.

Un paparazzi y un mendigo

Para planificar el secuestro, Serena habría reclutado a un elenco de personajes inusuales.

Uno de ellos fue identificado por el fiscal como Luc G, apodado "Tintín", un expaparazzi convertido en detective privado cuya tarea -según el fiscal- era colocar dispositivos GPS de rastreo en el auto de Veyrac.

Otro presunto involucrado era un ciudadano británico que vive como mendigo en el Paseo de los Ingleses, que fue escenario del ataque con un camión que dejó 84 muertos en julio de 2016.

Este hombre afirmó haber servido en las fuerzas especiales de Reino Unido y habría recibido la tarea de seguir los movimientos de Veyrac.

El resto de implicados son acusados de ejecutar el secuestro.

La Reserve, uno de los restaurantes más famosos de Niza, tiene ahora una nueva administración.

Valor

El domingo, el fiscal Jean-Michel Pretre elogió el valor de Veyrac a lo largo de su calvario de dos días, que los pasó en el suelo de la furgoneta.

"Nunca se rindió. Mostró un carácter excepcional", dijo.

Dos veces, la mujer de 76 años logró zafarse de las cuerdas con las que habían atado sus manos y tobillos, pero sus captores la vieron.

A lo largo de su cautiverio se negó a comer la comida que se le ofreció y solo tomó agua.

La policía está tratando de averiguar si este caso está relacionado con otrointento de secuestro fallido contra Veyrac ocurrido en 2013.

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