AFP

El conservador Partido Popular (PP), del jefe del gobierno español saliente Mariano Rajoy, salió ganador de las elecciones legislativas de este domingo, pese a no obtener mayoría absoluta para gobernar en solitario. 

Convocados a las urnas por segunda vez en seis meses, los españoles estaban llamados a romper el bloqueo político que mantiene a la cuarta economía de la Eurozona con un gobierno interino desde diciembre.

Sin embargo, los resultados con el 100% de los votos escrutados vuelven a pintar un paisaje político con gran fragmentación entre cuatro formaciones.

El PP se erige como el más beneficiado: pese a haber renunciado a formar gobierno tras las elecciones de diciembre por falta de apoyos, Rajoy logró que su partido pasase de 123 a 137 escaños en una cámara de 350 diputados.

A través de las redes sociales, el PP ha celebrado su triunfo:

"Seguimos siendo la fuerza política más votada", se congratuló su portavoz Andrea Levy en declaraciones la televisión pública TVE.

Pese a los innumerables casos que corrupción que pesan sobre su partido, Rajoy, de 61 años, logró volver a quedar primero defendiendo su balance económico.

Tras seis años de crisis, la economía creció 1,4% en 2014 y 3,2% en 2015 y el desempleo bajó seis puntos aunque siga siendo extremadamente elevado (21%).

El PP se queda no obstante lejos de la mayoría absoluta que le permitiría gobernar solo y necesitará buscar aliados.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, aseguró que "el PP ha ganado las elecciones".

El PSOE resiste 

Buscará sin duda el apoyo del PSOE, que obtuvo 85 escaños.

Pese a que su líder Pedro Sánchez, de 44 años, haya asegurando una y otra vez durante la campaña que no votaría por un gobierno conservador, la situación política podría llevarlo a permitir con su abstención un ejecutivo del PP en minoría.

De momento, Sánchez logró evitar la gran amenaza que pendía sobre su cabeza: que la coalición radical Unidos Podemos le arrebatase el liderazgo de la izquierda española.

Sánchez señaló que "los ciudadanos han derrotado a los augurios" y que "el PSOE es la fuerza hegemónica de la izquierda", mostrando su conformidad ante los resultados de los escaños.

 

Encabezada por el politólogo Pablo Iglesias, de 37 años, esta coalición formada por el partido antiausteridad Podemos, los ecocomunistas de Izquierda Unida y varias pequeñas formaciones regionales, sumó 71 diputados.

Pablo Iglesias aseguró "no estar felices con los resultados" de las elecciones.

 

El principal perdedor fue el liberal Ciudadanos, la otra formación emergente que junto a Podemos irrumpió en el Parlamento español en diciembre: pasó de 40 a 32 escaños.

Albert Rivera, el candidato de Ciudadanos, anunció que dialogará para llegar a acuerdos y aseguró que "a pesar de todo, los españoles han dicho que el centro existe".

El "cambio" esperará 

Tras años de drásticos recortes en políticas sociales que dispararon la desigualdad, muchos españoles confiaban en un fuerte ascenso de Unidos Podemos que lograse poner en cuestión la austeridad imperante en la UE, aliado a otras izquierdas europeas.

Sin embargo, sus aspiraciones se vieron frustadas y "el cambio" que tanto prometieron tendrá de esperar.

"Tenemos que decir que estos no son unos buenos resultados (...) para Unidos Podemos (...) ni para España, en la medida en que retrasan un proceso de cambio político para nuestro país", afirmó su portavoz Íñigo Errejón.

En el otro lado del espectro político, el PP hizo campaña presentándose como garante de "estabilidad" ante los desafíos que planteará la salida del Reino Unido de la Unión Europea, tras el resultado del referéndum británico del jueves.

En un caluroso día de verano y con las vacaciones escolares ya iniciadas, una de las principales incógnitas de estos comicios había sido la participación. Una alta abstención habría beneficiado el PP. Sin embargo, la tasa fue prácticamente igual a hace seis meses (73%) y, no obstante, los conservadores salieron victoriosos.

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