Las elecciones del domingo en Argentina terminaron con un sorpresivo resultado que nadie vaticinaba y que genera un nuevo escenario de cara a la segunda vuelta entre el candidato oficialista Daniel Scioli y el postulante opositor Mauricio Macri del 22 de noviembre. Estas son las principales claves de lo que pasó y lo que se viene en el país transandino:

1) Golpe al oficialismo: el peor resultado para el kirchnerismo en 12 años 

El partido de la Presidenta Cristina Fernández y su candidato Daniel Scioli, recibieron un duro golpe el domingo tras la elección presidencial. 

Scioli obtuvo un 36,8% de los votos, una cifra muy inferior a las obtenidas por la Presidenta Fernández en 2007 y 2011. En la primera de esas elecciones, ella obtuvo un 45,29%, mientras que en la segunda alcanzó un 54,12%. Es decir, el kirchnerismo bajó casi 20 puntos en relación con los últimos comicios presidenciales.

"El golpe al oficialismo ha sido más fuerte de lo que se esperaba. Ya el balotaje en sí mismo era una derrota para el oficialismo pero nadie creyó que llegara a esta envergadura", señaló a la agencia France Presse el analista político transandino Ricardo Rouvier. "Es el comienzo de una nueva etapa", destacó Mauricio Macri este lunes en conferencia de prensa al admitirse "sorprendido y emocionado" por los resultados que lo colocaron a menos de tres puntos de Scioli. 

Daniel Scioli en la noche del domingo junto a su esposa Karina Rabolini. 

2) Error en las encuestas y las razones de la sorpresa

Aunque muchos sondeos vaticinaban un balotaje entre Scioli y Macri, el escrutinio no estuvo cerca de todos los pronósticos que hablaban de una distancia de al menos ocho puntos entre los candidatos. Ninguno de los candidatos logró sumar el 45% de los sufragios ni el 40% y una diferencia de diez puntos sobre su rival para ganar sin necesidad de segunda vuelta.

Las encuestas señalaban, casi con unanimidad, que Scioli estaría en torno al 40% de la votación, que Macri rondaría el 30% y que era muy probable que el oficialismo lograra ganar sin necesidad de segunda vuelta. Es decir, logrando el 40% de la votación y aventajando por al menos 10 puntos a la oposición.

Hace una semana, la encuesta de Managment & Fit, en el diario Clarín, le dio a Scioli 38,3% y 29,2% a Macri; la de Artemio López en el periódico Perfil le entregó 39,6% al oficialista y 25,2% al opositor; la de CEOP en el diario Página/12 le adjudicó 40,7% a Scioli y 28,2% a Macri y finalmente la IPSOS vaticinó 42% al candidato del kirchnerismo y un 30,2% al postulante opositor. Una diferencia que variaba de los 9,1 puntos a los 14,4 puntos. Además, dos de esos sondeos vaticinaban que no habría segunda vuelta.

Todas las encuestas se equivocaron en tres cosas: menospreciaron la votación del candidato de la oposición, entregaron más intención de voto al oficialismo y aventuraron que Scioli tenía opciones de ganar en primera vuelta. Ninguna se acercó al resultado real que habla de una diferencia de menos de tres puntos entre los postulantes, abriendo un escenario incierto de cara a la segunda vuelta presidencial.

De acuerdo con el analista político del diario Clarín, Eduardo Paladini, esta diferencia puede explicarse en parte por la alta participación de los votantes. "Asistió cerca de un 80% de los más de 32 millones de electores habilitados; un millón y medio más que (las primarias del 9 de agosto). Aunque el porcentaje estuvo lejos del registro récord de casi 86% de 1983, se coló entre los más altos de las últimas presidenciales", señala Paladini. 

Según el analista político del diario argentino La Nación, Joaquín Morales Solá, la Presidenta Cristina Fernández fue decisiva en el mal resultado de Scioli. "Cristina le arruinó una noche fundamental a Scioli, porque volvió a exhibir sin pudor las manías del oficialismo. Ya fue raro que hubieran existido dos campañas electorales distintas desde el mismo partido político. Una la lideró Scioli, con promesas de 'normalizar el país', de abrir un ciclo de diálogo político y social, de llevar más racionalidad a la economía y de reconciliarse con todos los países del mundo. La otra la llevó adelante Cristina Kirchner, con su eterno discurso de confrontación política y social, de intransigencia en sus postulados económicos y de aislamiento internacional", señala Morales Solá en su columna. 

Mauricio Macri durante sus celebraciones del domingo.

3) Segunda vuelta: un Macri fortalecido y un Scioli debilitado a la caza de los votos de Sergio Massa

"Espero que todos los que han votado a los otros candidatos de la oposición pensando en un cambio, se sientan cómodos acá porque hay un conjunto de dirigentes que va a representarlos", dijo Macri este lunes.  De esta forma, hizo un guiño al candidato del peronismo disidente, Sergio Massa, quien obtuvo el tercer lugar con el 21,3% de los votos. De acuerdo con el analista político Julio Burdman, estos sufragios se dividirían entre los dos candidatos de cara a la segunda vuelta.

"A pesar de que en los números perdió, Cambiemos (la aliaza de Macri) en realidad ganó, esto puede provocar una ola de votos a favor de Macri", sostuvo Rouvier. Así, los sufragios a favor de Massa pueden colocar a Macri en la presidencia el 22 de noviembre. Massa, un ex ministro de Kirchner que saltó en 2013 a la oposición, prometió desde la localidad de Tigre emitir un documento "con responsabilidad" para orientar a sus votantes hacia la segunda vuelta, según señala la agencia France Presse. 

Si bien muchos dirigentes del massismo han señalado que votarían por Scioli en segunda vuelta, un porcentaje importante del sufragio de Massa es de electores descontentos con el kirchnerismo.  El candidato de izquierda Nicolás del Caño, cuarto más votado con el 3,27% de los sufragios, anticipó este lunes que llamará a sus electores al voto en blanco. El resto de los candidatos la socialdemócrata Margarita Stolbizer (2,53%) y el peronista opositor Adolfo Rodríguez Saá (1,67%) no se han expresado. 

Los sondeos antes de la primera vuelta anticipaban un triunfo de Scioli sobre Macri en caso de balotaje, pero estas encuestas se equivocaron en su vaticinio de primera vuelta y ahora se abre un escenario electoral completamente nuevo. 

De acuerdo con el analista político del diario argentino La Nación Carlos Pagni, "la segunda vuelta es otra elección. Scioli debe enfrentar varios desafíos. El más amenazante tal vez sea su estado emocional... Otro problema será definir su relación con el gobierno. Ante el riesgo de una derrota la tensión se agudizará. La Presidenta atribuirá los malos resultados a que renegó de la herencia recibida. Y el candidato los imputará a esa herencia. Macri trabaja desde hace días sobre esa fisura... En su discurso de ayer lo dio a entender: por primera vez dijo que aspira también a atraer votos de Scioli... Macri adelantó ayer que conoce cuál es su problema: atraer a los que, por ser Macri, jamás lo votarían. Pero la base desde la que se lanza es más cómoda que la esperada para revertir el resultado". 

Según Morales Solá, Scioli recibió el consejo de alejarse de la Presidenta Cristina Fernández para buscar un triunfo en la segunda vuelta electoral. 

Seguidores de Macri celebrando el resultado en la noche del domingo.

4) Triunfo opositor en el principal bastión electoral del país

María Eugenia Vidal será desde diciembre la primera gobernadora mujer de la provincia de Buenos Aires -de más de 300 mil kilómetros cuadrados (el tamaño de toda Italia) y con casi el 38% del padrón electoral- y bastión histórico del Partido Justicialista. Así, por primera vez en 28 años, el peronismo no gobernará en esta provincia.

El derrotado, además, es una de las figuras más emblemáticas del kirchnerismo: el jefe de gabinete Aníbal Fernández, ministro del Interior desde 2003 y "mano derecha" tanto de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández.  

"La derrota en la provincia de Buenos Aires tiene un gran valor simbólico, ese clima sin dudas también favorece a Macri. Es un golpe mayor", sostiene Rouvier. "El peronismo perdió la provincia de Buenos Aires, capítulo que por sí solo escribe una historia nueva en la política nacional", señala Morales Solá. Las encuestas tampoco vaticinaron un triunfo claro de Vidal en esa instancia. 

5) El rol de Cristina Fernández y las preguntas que quedan por resolver

Tras los resultados del domingo, resulta clave saber cómo actuará la Presidenta Cristina Fernández ante los malos resultados del oficialismo y qué hará de cara a la segunda vuelta, teniendo en cuenta de que no existe certeza de que su candidato Daniel Scioli resulte triunfador. Muchos analistas apuntan a que Fernández quiere volver al poder en 2019, con lo cual es clave la estrategia que seguirá de aquí al 22 de noviembre.

De acuerdo con Morales Solá, en la noche del domingo "lo peor fue la reacción de Cristina. Nunca imaginó el tamaño de la caída de la víspera. Reaccionó como suele hacerlo ella: con arbitrariedad y venganza. Ordenó que no se dieran los datos oficiales hasta que ella dispusiera lo contrario".

Según señala Paladini en Clarín, "el escenario inédito del balotaje genera nuevas dudas sobre un futuro político y económico que ya traía incertidumbres hasta ayer. ¿Cómo serán los últimos 45 días de Cristina en el poder? ¿Cómo convivirá con Scioli? ¿Cómo reaccionarán los agentes económicos y el intangible mercado ante este futuro electoral sin antecedentes? Actores y dudas para una saga que ni siquiera tiene el libreto terminado".

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