Un toal de 19 personas, incluyendo a 17 turistas, murieron el miércoles en el ataque perpetrado por varios hombres armados en el museo del Bardo en Túnez, el primero contra extranjeros desde el fin de la dictadura de Zine El Abidine Ben Alí en 2011, según indica la agencia France Presse.
En una locución televisiva, el primer ministro tunecino Habib Essid, dijo que entre los turistas fallecidos hay "cuatro italianos, un francés, dos colombianos, cinco japoneses, un polaco, un australiano y una española". Por el momento se desconoce la nacionalidad de las otras dos víctimas.
La Cancillería colombiana confirmó en un comunicado que "las víctimas son una madre y su hijo, quienes se encontraban junto con su esposo (y padre), de turismo en ese país". Además Essid informó que en el ataque murieron dos tunecinos: un policía y un conductor de autobús.
El primer ministro indicó que los asaltantes, vestidos con uniforme militar, habían abierto fuego contra los turistas mientras que estos últimos bajaban de sus autobuses, antes de perseguirlos hacia dentro. Un centenar de turistas se hallaban en el museo cuando "dos hombres o más, armados con kalashnikov" llevaron a cabo el ataque.
Las autoridades informaron que los dos asaltantes murieron durante el ataque, en el cual resultaron heridas 44 personas. El ministerio del Interior anunció que la "operación se terminó" hacia las 16.00, o sea unas cuatro horas después de iniciarse los incidentes.
"Hemos visto que no eran cohetes sino que eran unos terroristas que estaban disparando a todo el mundo que estaba caminando por la plaza. Luego han entrado en el museo", dijo a la radio española Cadena Ser, Josep Lluis Cusidó, un turista que sobrevivió al ataque.
El turista dijo que logró refugiarse detrás de una columna y que tuvo que permanecer en el suelo durante tres horas. Una empleada del museo, dijo haber oído "intensos disparos" hacia mediodía.
"Mis colegas gritaron: '¡Huye, huye, hay disparos!", declaró a France Presse Dhouha Belhaj Alaya. "Nos escapamos por la puerta de atrás con colegas y turistas", agregó.
Pánico en el Parlamento
El ataque contra el museo, ubicado en un edificio contiguo al Congreso, perturbó la sesión parlamentaria. La diputada Sayida Ounissi contó que se oyeron disparos, "en plena audición de las fuerzas armadas sobre la ley antiterrorista", con la presencia, entre otros, del ministro de Justicia, jueces y varios mandos militares, cundió el "pánico".
El Presidente tunecino Beji Caid Essebsi acudió al hospital de la ciudad de Túnez en la que se ingresó a los heridos. Túnez registra el auge de un movimiento yihadista armado desde la revolución de enero de 2011 que obligó a Ben Ali a abandonar el cargo de presidente que ocupaba desde hacía 23 años.
Unos 60 policías y militares han muerto en enfrentamientos armados cerca de la frontera argelina, donde es activo un grupo armado vinculado a Al Qaeda. Por otra parte, Túnez se ha convertido en una de las principales canteras para los grupos islamistas armados en Siria, Irak y Libia.
De 2.000 a 3.000 tunecinos combatirían en las filas yihadistas en el extranjero. Medio millar más han regresado a Túnez, según la policía, y están considerados como una de las máximas amenazas para la seguridad del país.
El ataque fue condenado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que lo calificó como "deplorable".
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, transmitió en un comunicado, sus más "sinceras condolencias" a las familias de las víctimas.
El turismo, sector clave de la economía tunecina, quedó muy afectado por las crisis políticas y el surgimiento del movimiento yihadista.
En 2014, los ingresos turísticos registraron un leve crecimiento. El número de turistas bajó sin embargo ese año de 3,2%, hasta 6,07 millones, frente a 6,27 millones en 2013.
Instalado en un palacio de la época del Imperio Otomano, el museo del Bardo acoge a centenares de miles de visitantes cada año, y registró su mayor número en 2005, con 600.000 personas. En 2011, año de la revolución, sólo lo visitaron 100.000.