Por Camila Guarda

Cuando Benjamín Netanyahu estaba en el colegio, sus informes de fin de año lo tildaron de “amistoso, disciplinado y obediente”. 50 años después, el primer ministro de Israel probablemente quisiera calificar con esas tres palabras a su coalición política. Apenas 20 meses después de formar su actual gobierno, Netanyahu despidió a dos ministros en diciembre, acusándolos de no respetar su autoridad. Al mismo tiempo, anunció nuevas elecciones para este 17 de marzo. Dos años antes de lo que correspondía.

Esa crisis política, sumada a las discutidas decisiones que Netanyahu ha tomado en política doméstica y exterior, lo tienen ahora empatado en las encuestas con su principal rival: el centroizquierdista Isaac Herzog, apoyado por movimientos de centro y de izquierda. Una posición que hace años no conocía. Es decir, “Bibi” podría estar viviendo sus últimas horas al mando en Israel. Algo que él mismo admitió en una entrevista reciente con el diario local Jerusalem Post.

En T13 conversamos con Rafael Eldad, embajador de Israel en Chile, quien admitió que el gobierno de Benjamín Netanyahu no está en el mejor pie ante las elecciones.

“Las encuestas no son muy optimistas. Varios de los últimos sondeos dan unos puntos más para la oposición”, dice Eldad, quien además explica que lo más probable es que gane quien gane, tenga que formar una coalición política para gobernar porque no alcanzará la mayoría de los votos. “Cualquiera de los dos lados va a tener una tarea muy difícil, y una aún más difícil: mantener esta coalición durante cuatro años”.

En los últimos 66 años, Israel ha tenido 33 gobiernos distintos. Como explica el embajador Eldad, ni una coalición política ha logrado terminar su mandato en las últimas décadas. Siempre han tenido que reformular sus gabinetes o convocar a elecciones anticipadas, tal como lo hizo Netanyahu con miras al martes.

Con una crisis política en casa, el premier israelí además se enfrenta a una crisis con su aliado más importante: EE.UU. Pese al disgusto del Presidente Obama y el Partido Demócrata, Netanyahu lo desafió y viajó al Congreso estadounidense para realizar un discurso con la venia de la oposición republicana. Ante el histórico acercamiento de Obama con Irán, lo que el primer ministro israelí hizo fue justamente criticar esas negociaciones sobre el plan nuclear del país persa. “Nadie puede discutir que fue un discurso muy importante, sobre un tema vital para Israel: el intento de Irán de adquirir armas nucleares cuando está amenazando de manera abierta y clara a Israel, de borrarnos del mapa. Claro, hubo una discusión sobre si este fue el momento adecuado, un poco antes de las elecciones”, afirma el embajador Eldad.

Otra declaración polémica del primer ministro Netanyahu ocurrió semanas antes, tras los atentados islamistas en París y Dinamarca de enero, cuando invitó a todos los judíos de Europa a emigrar a Israel.

Con un complicado panorama sobre sus hombros, Netanyahu ya es el segundo líder israelí que más tiempo lleva en el poder, y parece determinado a ocupar el primer lugar. Si eso ocurre, desplazaría a David Ben Gurión, el primer gobernante que tuvo Israel cuando se fundó en 1948.

Los partidarios de Netanyahu dicen que él está convencido que los electores seguirán prefiriendo su discurso duro sobre temas de seguridad, el levantamiento de asentamientos hebreos en tierras que los palestinos quieren convertir en su estado, y su postura ante Irán. Sus opositores, en cambio, temen que su próximo gobierno pueda ser más radical, que enfrente aún más a Israel con el liderazgo palestino, y que continúe tensando la relación con sus aliados.

Para Rafael Eldad, “estas elecciones que vienen parecen las más reñidas, porque sabemos lo que está sobre la mesa: las diferencia que hay entre la izquierda y la derecha, que piensan de una manera muy distinta sobre cómo hay que llegar a un acuerdo con los palestinos y cómo hay que manejar la economía, en un país donde el costo de vida es muy alto”.

Con 46 años, Netanyahu se convirtió en 1996 en el primer ministro más joven en la historia de su país. Y ahora, a sus 65, está al borde de perder… o de ganar por tercera vez consecutiva. Pero ese triunfo podría ser aún más significativo para “Bibi” si logra permanecer en el poder hasta julio de 2019, con lo cual se convertiría en el premier que más años ha estado al mando de Israel.

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