El 2019 fue el año más caluroso registrado en Rusia desde que se iniciaron los registros hace más de 120 años, informó este lunes el servicio meteorológico.

Las temperaturas son tales que Moscú vive un invierno sin nieve.

"De manera general, este año en Rusia ha sido el más caluroso de todo el periodo de observaciones instrumentales", dijo el director del Centro Hidrometeorológico, Roman Vilfand, citado por las agencias rusas.

Según Vilfand, la temperatura anual media registrada en Moscú este año que termina se sitúa en +7,6-7,7°C.

Los registros meteorológicos existen desde 1891 en Rusia y desde 1879 en Moscú.

La capital rusa vive actualmente un invierno extrañamente suave que preocupa en un país particularmente expuesto al cambio climático.

En las últimas dos semanas, las temperaturas moscovitas superaron los cuatro grados, cuando la media de un mes de diciembre es de -6 y suele estar acompañado por una espesa capa de nieve que todavía no ha llegado.

Las plantas que suelen anunciar la llegada de la primavera ya están en flor, tres meses antes del periodo habitual.

Según el meteorólogo Anatoli Tsygankov, el mes de diciembre en Moscú ha registrado prácticamente diez grados más que la media. El fenómeno se explica según él tanto por los ciclones pasajeros procedentes del Atlántico como por el cambio climático.

Este verano, Siberia registró dos incendios forestales excepcionales que los expertos vinculan directamente con los efectos del cambio climático.

El año 2019, con su profusión de catástrofes climáticas será recordado como uno de los tres años más calurosos registrados desde 1850 y concluye una década "de calor excepcional", advirtió la ONU en diciembre.

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