En Rusia existe un grupo diverso de blogueros que respaldan la guerra de su país en Ucrania. En muchos casos tienen conocimientos militares, acceso a las tropas rusas e informan desde el frente de batalla.
Los llamados "corresponsales de guerra", conocidos como voyenkory en ruso, se caracterizan por sus opiniones extremas contra Ucrania y Occidente.
Su relación con el gobierno ruso varía caso a caso. Algunos trabajan en medios de comunicación controlados por el Kremlin. Otros, al menos en apariencia, escriben en redes sociales sin tener vínculos con los medios oficiales.
Una de las principales razones por las que son tan populares entre los lectores locales es porque a menudo ofrecen más datos que los informes oficiales.
También pueden llegar a sumar una perspectiva diferente, por momentos crítica, aunque sin cuestionar cuán necesaria es la invasión que Rusia ha llamado "operación militar especial".
El surgimiento
La invasión inicial a Ucrania en 2014 abrió paso a un nuevo capítulo del periodismo de guerra en Rusia.
Para muchos, apoyar la guerra no significa necesariamente respaldar al gobierno.
Las consecuencias de la explosión en el café donde murió el bloguero Vladlen Tatarsky.
Si bien Putin suele escapar a las críticas, no pasa lo mismo con los altos mandos militares a cargo de la invasión. Eso es lo que pasó después del ataque con misiles ucranianos contra un edificio de la ciudad ocupada de Makiivka en el que murieron decenas de soldados rusos.
Semyon Pegov, conocido como War Gonzo, tiene más de 1,2 millones de suscriptores en Telegram, una de las pocas plataformas de medios sociales que no están prohibidas en Rusia.
Después de que Ucrania atacara Makiivka, Pegov acusó al Ministerio de Defensa ruso de "tratar abiertamente de esquivar la responsabildad".
Boris Rozhin es otro ejemplo. En su grupo de Telegram, que supera los 800.000 suscriptores y donde escribe bajo el nombre de Coronel Cassad, acusó a los comandantes rusos de "incompetencia e incapacidad para comprender las consecuencias de la guerra".
Las cuentas de las redes sociales vinculadas al grupo Wagner, el ejército privado de mercenarios rusos, han sido especialmente críticas con los altos mandos rusos.
Esta crítica a los altos mandos militares es lo que los diferencia de los corresponsales de guerra de la omnipresente propaganda controlada por el Kremlin, que habitualmente suviza los avances de la "operación militar especial" en Ucrania.
La relación con el Kremlin
Algunos analistas rusos han dicho en medios de comunicación locales que los altos mandos militares rusos se sienten amenazados por los blogueros críticos. Por eso es que ha habido intentos de silenciarlos.
Vladlen Tatarsky fue homenajeado después de su muerte.
En el caso de los corresponsales de guerra más populares, que trabajan para los medios de comunicación tradicionales con simpatía hacia el gobierno, no es sencillo escapar de la línea oficial.
Entre ellos, uno de los más destacados es Alexander Kots, que trabaja para Komsomolskaya Pravda, quien señaló a Ucrania como responable en el asesinato con explosivos de Tatarsky.
"La tierra debe arder bajo los pies de cualquier funcionario de Kyiv", escribió Kots. "Ninguno de los no-humanos que hacen la guerra a Rusia debe sentirse seguro".
Estos reporteros desempeñan un papel clave en la construcción de las narrativas del Kremlin en los medios de comunicación.
Yevgeny Poddubny, corresponsal de la estatal Rossiya 1, uno de los canales más vistos del país, rompió el silencio del gobierno sobre la participación de mercenarios del grupo Wagner en Ucrania.
Al informar desde las ruinas de una central eléctrica en Donbás, en julio de 2022, mencionó que había sido "liberado" por este ejérrcito privado de mercenarios rusos.
Así ha sido cómo los medios de comunicación estatales empezaron a informar sobre el tema, que anteriormente habían ignorado e incluso negado.
Tanto Kots como Poddubny han sido sancionados por Occidente por su papel en la difunsión de propaganda rusa.
Las cuentas anónimas
Muchas de las cuentas rusas más populares de respaldo a la guerra en redes sociales son anónimas. Por lo general, el material que publican suele ser demasiado gráfico.
Uno de los ejemplos más infames es Zona Gris, un canal de Telegram afiliado a Wagner que publicó imágenes del aparente asesinato de un "traidor" con un mazo en noviembre de 2022.
Los corresponsales de guerra rusos suelen pedir la destrucción de Ucrania como estado independiente. Por ejemplo, Yuri Kotenok, con más de 400.000 suscriptores en Telegram, exigió la aniquilación de la propia identidad ucraniana.
"Incluso el cáncer se puede curar, pero el ucranianas, ¡nunca!", dijo en Telegram. "Es un tipo de satanismo que sólo puede ser destruido con una cosa: ¡fuego! Fuego que todo lo consume y que limpiará esta inmundicia".
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.