Qué observar. Es el escritor que todos comentan. Incluso Barak Obama y Nathalie Portman recomiendan sus libros, como El verdor terrible y Maniac. Este último arrasó en las listas de los mejores libros del año pasado, sobre todo en la prensa extranjera. En Chile, aún se observa su éxito con cierta distancia, algo parecido a lo que pasó con Bolaño y Zambra, los anteriores fenómenos literarios del país que se exportaron al mundo.

  • Maniac (Anagrana) representa la cúspide de su talento. Una antinovela con muy poca ficción y mucho delirio basado en información dura. Para Labatut, un chileno cosmopolita, que creció en Rotterdam, Santiago y Buenos Aires, los bordes de la inteligencia, incluso la locura y el exterminio, son la clave de la humanidad: lo más importante es el éxtasis creativo y destructor.

Futuro amargo. De allí que su visión, que mezcla en parte iguales el pesimismo y el gozo, sea de alerta ante los peligros de la IA. “Estamos a menos de dos años de que la inteligencia artificial tenga el momento equivalente a la explosión de la bomba sobre Hiroshima. No queda más que eso. No lo digo yo, lo dicen los expertos”, afirma.

  • Labatut, que da muy pocas entrevistas, y ha construido un personaje literario misterioso y seductor, estuvo en Santiago para dar una charla en BTG Talks, que reunió a gente del mundo de los negocios y de la política entusiasmada por su obra.
  • Es un tipo transversal, desafiante e incómodo, que demostró su solvencia en temas de literatura y ciencia, desmintiendo a quienes lo critican por superficial (o de sacar sus historias de Wikipedia). Por el contrario, el autor es un consumado investigador, una voz crítica que pone al lector en estado de constante sorpresa.
  • Habló más de una hora con el periodista Roberto Careaga. Estos son algunos de sus mejores momentos:

El sinsentido de la literatura. ”Si quieres comprender la realidad, es necesario poner en jaque tu perspectiva o pasar por una crisis… El problema es que alterar tu punto de vista es peligrosísimo para cualquiera: exige irradiarse con dosis de extrañeza que están situadas en los bordes de la razón. Eso está presente en mis libros favoritos. Y es el motivo por el cual me gusta la literatura”.

Pacto con el diablo. “A cierta edad, me di cuenta de mi falta de talento.. Y busqué hacer un pacto con el diablo. O sea, uno se pregunta: si hay una posibilidad de llegar a algo nuevo, ¿qué hay que hacer? Y por eso empecé a escribir tarde, a los 25 o 26 años. Veía a otras personas que tenían algo que yo no. Para obtenerlo era necesario tomar decisiones peligrosas… Ahora tengo 44 años y no haría ninguna de las cosas que hice. Ninguna”.

La traición. “Escribir un libro es traicionar la experiencia. Cada vez que quieres transmitir algo verdadero, algo bello, algo que te ha costado una parte de tu cabeza, lo tienes que traicionar para llevarlo a una lengua. La mayor parte de los libros nacen muertos, no por problemas de los escritores que los hacen, sino porque el proceso mismo de poner ciertas cosas en palabras los aniquila”.

Maniac. “No lo veo como una novela. Tampoco me importa mucho el título que le pongan. En estricto rigor, es un ensayo que contiene un párrafo de ficción. Y el resto es real”.

El mecanismo. “Siempre se me ha dado bien consumir información de manera excesiva. Desde chico yo era un pendejo con insomnio. Entonces leía mis libros y luego leía los libros de mi familia. Una de las formas de despertar la conciencia es a través de  un vampirismo informativo: llenarse la cabeza con tanta información que luego tu inconsciente empieza a hacer el trabajo sin que tú estés tan involucrado. Ese es el mecanismo de mis libros”.

Las matemáticas. “Yo estoy fascinado con la capacidad que tienen algunos seres humanos de penetrar la realidad a través de la lógica. Se ha convertido en mi guía, aunque es algo completamente ajeno a cómo funciona mi cabeza. La lógica es el primer nivel de la matemática moderna y para mí la matemática es el sistema de símbolos que más hondo llega”.

Mentes monstruosas. “Una de las cosas que me aburre es la moral, porque todos sabemos minuto a minuto dónde está el bien. Pese a eso, la mayor parte de las veces no hacemos el bien… Si alguien quiere considerar a algunos de mis personajes, como Von Neumann, un monstruo o un genio, ojalá que lo considere desde los dos puntos de vista, porque es lo uno y lo otro al mismo tiempo”.

Oscuridad. “La literatura es como un estudio de la sombra. Es una forma de arte oscura y una de las mejores”.

Informática. “Es la prehistoria de la inteligencia artificial. Y fue hace nada: nació apenas 70 años atrás. Muy poco tiempo en términos terrestres. En la actualidad nos estamos topando con los impactos reales de lo que es el salto intelectual más grande que ha dado la humanidad, que ha sido la computación. La computación es una de las verdades esenciales del universo”.

El fantasma de la Inteligencia Artificial. “Es obvio que estamos en estado de pánico. La reacción de pánico en este minuto ante la IA está plenamente justificada. Estamos a menos de dos años de que la inteligencia artificial tenga el momento equivalente a la explosión de la bomba sobre Hiroshima. No queda más que eso. No lo digo yo, lo dicen los expertos, es la cifra que está dando vueltas ahora”.

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