Rafael Antonio Bielsa Caldera, 69, nació en 1953 en Rosario, Argentina, en una familia ligada al derecho. Es hijo del abogado Rafael Pedro Bielsa y nieto de un jurista autor de un tratado de derecho administrativo usado como referencia en Argentina. Su madre, Lidia Caldera, era una profesora de historia conocida por su rigor, según han descrito biógrafos de su hermano menor, el ex entrenador de la selección chilena de fútbol, Marcelo Bielsa, de quien es cercano. También es hermano mayor de la ex ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat del presidente Alberto Fernández, María Eugenia Bielsa.

Estudió derecho en la Universidad Nacional de Rosario e inició su carrera en el Poder Judicial. Tras egresar, ejerció como auxiliar en los tribunales federales de Rosario.
Su vínculo con la política comenzó temprano. A los 18 años ingresó a la Juventud Universitaria Peronista. En junio de 1977, a los 24 años, fue acusado de pertenecer a la organización guerrillera peronista Montoneros.

Un reportaje del diario Clarín de Argentina relató que “fue secuestrado en la esquina de Rioja y Oroño en la ciudad de Rosario, donde nació. Fue a una cuadra de los tribunales federales, de esa ciudad, donde ya trabajaba”. Estuvo detenido entre junio y julio en un sótano donde, diría después, fue torturado. Al salir había bajado 15 kilos, consignó la publicación. Clarín detalló que en el Consejo de Guerra que enfrentó se le aplicó una norma anterior a la Ley de Seguridad Nacional que regía durante la dictadura militar. Esto le habría permitido dejar el centro de reclusión. Años después diría que no delató a sus compañeros.

En septiembre de 2020, ya siendo embajador de Argentina en Chile, fue uno de los firmantes de una carta por los 50 años de fundación de Montoneros, suscrita por exmilitantes y adherentes del grupo. “Protagonizamos la resistencia que pudimos a toda forma de opresión, lo hicimos con los costos por todos conocidos”, decía la misiva.

Tras su liberación en 1977 partió a Estados Unidos y luego a España, desde donde volvió en 1981. Marcelo Bielsa fue a buscarlo al aeropuerto de Ezeiza. “Estamos cerca de los 30 años y no hemos hecho nada de nada”, le habría dicho su hermano menor, contó el periodista Ariel Senosiain en el libro sobre el técnico “Lo suficientemente loco”.

De vuelta en Argentina, se especializó en informática jurídica y sistemas judiciales, consignó un resumen biográfico suyo publicado en la Universidad Complutense de Madrid, donde ha dictado conferencias. “Dirigió proyectos financiados por las Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial”, dice el texto. Paralelamente, comenzó a publicar poemarios. También ha publicado algunas obras políticas y un libro en coautoría sobre la historia del Club Atlético Newell’s Old Boys.

En 1997 se acercó al Frente de País Solidario (Frepaso), que reunía a partidos de centro izquierda y, en 1999, se sumó al gobierno de Fernando de la Rúa, quien dejó la Casa Rosada antes de terminar su mandato, en medio del escándalo del “corralito”, que limitaba la capacidad de retiro de dinero de los bancos.

Ejerció como síndico general de la nación, cargo similar al de Contralor General de la República, hasta 2001, año en el que denunció un supuesto plan para matarlo. En mayo de ese año presentó una denuncia ante el undécimo juzgado federal, acusando que llegó al edificio institucional un sobre blanco, sin remitente ni destinatario, que contenía 3 hojas de papel de fax con los números 1, 5 y 7. La primera, titulada, “las actividades del causante”, describía sus actividades durante 2 días. En la segunda había un croquis con la ubicación de autos, y en la tercera, llamada “Operativo contra objetivo señalado”, habría detallado el presunto plan para matarlo y los riesgos que conllevarían ejecutarlo.

En mayo de 2002 se sumó tempranamente a la campaña presidencial de Néstor Kirchner, quien lo nombraría canciller al año siguiente. En esas funciones enfrentó una polémica con su par chileno Ignacio Walker (DC) en 2004, quien 4 meses antes de asumir publicó una columna en El Mercurio donde, parafraseando una publicación de Alejandro Magnet, mencionó “los rasgos autoritarios, corporativos y fascistoides de la llamada doctrina peronista y el movimiento al que dio lugar, el justicialismo”.

El texto fue difundido en Argentina cuando asumía Walker, en septiembre de 2004, lo que dio origen a tensiones diplomáticas y a la suspensión de un viaje del presidente trasandino al país. También, mostró el estilo frontal de Bielsa. “El Presidente Néstor Kirchner no está dispuesto a estrechar la mano del canciller chileno”, habría dicho Bielsa a revista Debate. El incidente sería superado en octubre en una reunión de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) en Montevideo.

En 2005 dio el salto a los cargos de elección popular y fue elegido diputado por la Capital Federal. Dos años después compitió como gobernador de Santa Fe por el Frente para la Victoria, pero perdió ante un rival socialista. Entre 2011 y 2013 encabezó la secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico. Luego llegaría a la presidencia ejecutiva de Aeropuertos Argentina 2000.

Asumió como embajador en Chile en agosto de 2020, cargo desde el cual comenzó 2 meses después una disputa epistolar con el ex ministro Jorge Burgos, quien publicó una columna en La Tercera criticando la gestión de Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández. Bielsa respondió con un texto en El Mercurio titulado “El comediante Burgos”, donde lo responsabilizó de hacer “una alusión directa a Cristina Fernández, que sería intolerable si Burgos fuese un caballero” y de “mentir” sobre declaraciones del mandatario trasandino. En el texto afirmó también: “No digo esto por ser diplomático: embajador o no, me gusta llamar a las cosas por su nombre”.

En octubre de 2021 participó de una audiencia para discutir la libertad condicional de Facundo Jones Huala, el activista argentino extraditado a Chile y condenado en 2018 a 9 años de cárcel como autor de un ataque incendiario ocurrido en 2013 en el fundo Pisu Pisué de Río Bueno. Bielsa asistió a petición de la abogada del condenado, dijo la embajada en redes sociales, donde aseguraron que no pidieron su libertad. La situación generó molestia en el gobierno. Jones Huala dejó la cárcel en enero de este año, tras una resolución de la Corte de Apelaciones de Temuco. Esta fue revertida luego por la Corte Suprema, pero Jones ya estaba inubicable. Actualmente está prófugo.

El 22 de 2021 se conocieron sus dichos sobre el entonces candidato presidencial José Antonio Kast, lo que llevó a la cancillería argentina a desautorizarlo a través de un llamado del ministro Santiago Cafiero a su par Andrés Allamand. “La de Kast es una derecha rupturista, pinochetista, que no habla de Derechos Humanos, ni de desaparición de personas, ni de tortura, ni de responsabilidades estatales, y que no teme decir su nombre (…). Hay artículos de él y sus asesores contra Argentina que son alarmantes”, dijo Bielsa, a lo que el gobierno chileno respondió que “estas expresiones representan una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile y vulneran normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.

El 1 de agosto de este año publicó una columna en La Tercera criticando al antropólogo social e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar, que había cuestionado la libertad de prensa en la argentina kirchnerista. “En Argentina no se estila censurar ni al ‘pinochetismo’ ni al ‘concertacionismo’ chilenos; tampoco se consigue fácil la ponderación en las asignaciones, como está a la vista”, respondió Bielsa.

A fines de ese mes fue uno de los 20 embajadores firmantes de una carta en apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández, luego de que el fiscal Diego Luciani la imputara como presunta líder de una asociación ilícita para defraudar al estado en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz. Pidió 12 años de cárcel para la expresidenta y su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. “Expresamos nuestro categórico rechazo ante la ilegítima persecución mediático-judicial en contra de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”, escribieron los diplomáticos. La causa está abierta y Fernández tiene fuero, por lo que está sin medidas cautelares.

Tras el cambio de gabinete del martes 6, Bielsa dio una entrevista a radio AM750 de Buenos Aires, donde evaluó la labor de los convencionales, el rol del gobierno del Presidente Gabriel Boric difundiendo los contenidos del texto rechazado en el plebiscito del domingo, la cobertura de los medios del proceso y lo que describió como el dilema del progresismo frente a la derecha.

“La derecha dice cosas que no son ciertas, pero, a pesar de no ser ciertas se entienden fácil, y el progresismo dice cosas que son ciertas, pero que para poder explicarlas necesita que le presten atención, entonces acá pasó eso”, dijo. En ésta también afirmó que la votación del domingo 4 “fue un plebiscito para el gobierno, a 5 meses de su desempeño. Una cosa muy injusta, pero así fue presentado y, bueno, salió como salió”.

Los dichos de Bielsa derivaron en reclamos al gobierno de parlamentarios de oposición. Tres miembros de la comisión de Relaciones Exteriores e integrantes de la bancada de RN enviaron un oficio a canciller Antonia Urrejola, pidiéndole que se “evalúe el envío de una nota de protesta al gobierno argentino, y se llame a informar a nuestra embajadora en Buenos Aires”.

El presidente de la UDI, Javier Macaya, afirmó que “no es primera vez que Rafael Bielsa incurre en intervención de asuntos políticos internos de Chile. La primera vez puede ser un error. El comportamiento reiterado requiere una respuesta y queja del gobierno ante Argentina”. En este mismo sentido habló el diputado Republicano Cristián Araya. “Ya es habitual que intervenga inaceptablemente en la política interna”, dijo. Hasta este miércoles por la tarde ni el embajador ni Cancillería se habían referido al tema.

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