Fernando Natalio Chomalí Garib, de 67 años, nació en marzo de 1957 en Santiago, en una familia ligada indirectamente con la política. Es hijo de Juan Chomalí, quien fue dentista de cabecera de los expresidentes Jorge Alessandri y Eduardo Frei Montalva, contó la revista de la comunidad palestina, Al Damir.

Tiene 4 hermanos, uno de los cuales, Jaime Chomalí, es diplomático de carrera. El Presidente Gabriel Boric lo nombró embajador en Australia.

Estudió en la Alianza Francesa y luego en el Instituto Nacional, antes de entrar a ingeniería civil en la Universidad Católica, donde fue compañero del exministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno. Tras titularse —detalló el sitio web de la Conferencia Episcopal—, entró al seminario mayor de Santiago. El cardenal Carlos Oviedo lo ordenó en 1991.

Es licenciado en Teología moral de la Universidad Lateranense de Roma, doctor en sagrada teología de la Universidad Gregoriana de Roma y máster en Bioética por el Instituto Juan Pablo II de la Universidad Lateranense. La bioética es, de hecho, una de las materias en las que se desenvuelve con fluidez, y sobre la que ha hecho clases en la Universidad Católica.

El 6 de abril de 2006 el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Santiago, cargo en el que estaba cuando —en abril de 2010— se hicieron públicas las denuncias de abuso sexual en contra del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima. La fama de Karadima como formador de docenas de sacerdotes —5 de los cuales llegaron a obispos—, dio un golpe a la Iglesia Católica chilena.

El caso tuvo repercusión internacional cuando el Papa Francisco vino a Chile en enero de 2018 y calificó de calumnias las acusaciones de encubrimiento contra Juan Barros, entonces obispos de Osorno. Tras el escándalo por los dichos del pontífice, Francisco nombró al obispo Charles Scicluna como investigador del caso, quien concluyó que las autoridades eclesiásticas chilenas habían fallado. En mayo de ese año los obispos chilenos —incluidos Chomalí— hicieron un acto inédito en Roma: pusieron masivamente sus cargos a disposición del Papa, ante los casos de abusos ocurridos en Chile.

Karadima fue condenado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración luego de declararlo culpable de abusos sexuales a menores y adultos, y abusos de poder. Para entonces la Iglesia Católica ya había ido perdiendo influencia en Chile, lo que se profundizó tras conocerse casos de abusos en el país y el mundo. La Encuesta Bicentenario de la Universidad Católica de 2023 mostró que un 36% de los jóvenes se identificaba como católico, versus el 48% que lo hacía en 2018.

Este es uno de los aspectos que Chomalí busca revertir en su gestión como arzobispo de Santiago, cargo al que llegó en diciembre de 2023 tras desempeñarse desde 2011 como arzobispo de Concepción. También fue Gran Canciller de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Su aterrizaje lo marcó su respuesta a un antiguo tuit de la hoy la delegada presidencial metropolitana Constanza Martínez, quien escribió en 2018 que “si quiero prenderle fuego a algo, que sea a la Iglesia y a la Constitución de Pinochet”, dichos que luego sostuvo que ya no la representaban. “Dios la bendiga”, fue la respuesta de Chomalí en X, el 25 de diciembre de 2023. Fue visto 60 mil veces.

Eso marcó un contraste con su predecesor Celestino Aós, alejado de la primera línea del debate público. “Me pareció gravísimo lo allí planteado, toda vez que vengo llegando de una zona donde se han quemado varias Iglesias y el trauma para la comunidad, el vecindario y toda la sociedad, es enorme”, dijo ese mes a Ex-Ante.

En esa entrevista también abordó cómo la Iglesia puede intentar recuperar influencia. “Hemos actuado con diligencia y sin ambigüedades en temas de abuso. Tenemos una organización a lo largo de todo Chile en materia de prevención y recepción de abusos”, dijo. “Nuestra gran influencia está en el maravilloso servicio que prestamos a los más pobres, de manera abnegada y generosa. La confianza así se va a recuperar y no con una estrategia de marketing. Uso las redes desde hace años para evangelizar y dar buenas noticias”.

El 19 de febrero pasado abordó la suspensión de las operaciones de la siderúrgica Huachipato, publicando en X que “el trabajo es la clave de la cuestión social. Se dejó caer la industria del calzado, las textiles, y tantas otras. Ahora la siderúrgica Huachipato. Este proceso sólo traerá desdicha y pobreza a miles de familia. Es un viaje sin retorno, que empobrecerá a Chile”.

A esto ha sumado una serie de reuniones con actores políticos y una visita a La Moneda el 30 de abril pasado, para reunirse con el Presidente Boric. “Lo único que le pido es que les hable también a las regiones. Santiago no es Chile”, dijo al mandatario, consignó La Tercera, tras el homicidio de 3 carabineros en Cañete.

En junio pasado, fue de los primeros en responder al anuncio del Presidente Boric en su cuenta pública de presentar un proyecto de aborto libre.

“Con una ley de aborto y eutanasia la fuerza de la razón cede ante la razón de la fuerza. Es inhumano solucionar situaciones humanas complejas con el uso de la violencia. Ambas leyes eliminan seres humanos inocentes. Pierden los indefensos, pierde Chile y el Estado de derecho”, escribió en X.

La ministra de la Mujer Antonia Orellana, respondió a Chomalí en CNN Chile. “No veo que su opinión sea determinante, este es un Estado laico”.

Durante el último Te Deum Ecuménico, Chomalí abordó la crisis de seguridad y la corrupción en el país, proponiendo considerar la posibilidad de un gran acuerdo nacional que incluya a todos los responsables en el país.

“Hoy, por lejos, lo que más preocupa es la seguridad. Nadie se siente seguro, nadie puede garantizar que no le harán un portonazo, un turbazo, una encerrona o que no lo asaltarán. Chile no se acostumbra y no se acostumbrará a los descuartizados, a los asesinatos a plena luz del día, a la muerte de jóvenes y niños”, señaló.

El Papa Francisco anunció este domingo la creación de 21 nuevos cardenales, entre los que se encuentra Chomalí. En Sudamérica, también serán ordenados cardenales los arzobispos de Lima (Perú), Guayaquil (Ecuador), Santiago del Estero (Argentina) y Porto Alegre (Brasil). El consistorio para la creación de los purpurados será el próximo 8 de diciembre.

“Estoy muy emocionado por la responsabilidad y espero ser un aporte para la Iglesia chilena. Recen por mí y yo rezaré por ustedes como siempre lo he hecho. ¡Dios mío, ven en mi auxilio!”, señaló Chomalí en su cuenta X tras el anuncio del Papa.

En la actualidad hay 235 cardenales de la Iglesia Católica (entre ellos, Francisco Javier Errázuriz, Riccardo Ezzati y Celestino Aós), a los que se sumarán 21 más el 8 de diciembre.

Entre las labores de los cardenales está la de seleccionar al próximo líder de la Iglesia Católica en caso de fallecimiento o renuncia del Papa. Actualmente, existen 122 cardenales electores, que tienen menos de 80 años.

Hasta el 6 de abril del próximo año, Aós y Chomalí serán Cardenales electores. Ese día, Celestino Aós cumplirá 80 años.

Chomalí podrá ser elector hasta marzo de 2037. Chomalí será el noveno Cardenal en la historia de la Iglesia Chilena, después de José María Caro, Raúl Silva Henríquez, Juan Francisco Fresno, Carlos Oviedo, Jorge Medina, Francisco Javier Errázuriz, Riccardo Ezzati y Celestino Aós.

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