La incorporación de un tercer militante DC al gobierno -Víctor Torres, Mario Venegas y ahora Marcelo García- provocó indignación en la Democracia Cristiana. El presidente del falangismo, Alberto Undurraga, expresó formalmente su molestia a la Vicepresidenta de la República, Carolina Tohá. Le insistió en que la DC no es un partido de Gobierno; que esos nombramientos tienen impacto en la situación interna del partido y que espera que no se repitan. El jefe de la bancada DC, Eric Aedo, acusó, por su parte, a La Moneda de “insistir en producir la división” del partido.
Qué observar. Uno de los temas complejos de la reciente Junta Nacional de la DC, del 12 y 13 de noviembre, fueron las recriminaciones de la disidencia a aquellos militantes que expresaron la voluntad de que el falangismo se integrara al gobierno del Presidente Boric. Al final, ganó la decisión de mantenerse al margen. En el punto 10 del voto político, la Junta Nacional estableció que “el PDC no se propone ingresar al gobierno y colaborará con todo lo que le haga bien a Chile”.
- Antes de ser suspendido en su militancia, el ex presidente de la DC, Fuad Chahín, había expresado que el partido estaba dirigido por operadores políticos y que “el principal objetivo que buscan es ahuyentar a todos quienes sean obstáculo para que la DC termine ingresando al Socialismo Democrático, para entrar al Gobierno y repartir pegas. Ese es el objetivo político. Realmente están destruyendo al partido,solo para repartir puestos de trabajo en el Estado. Me parece vergonzoso”.
- El 7 de noviembre, en medio del debate por la presidencia de la Cámara, la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, tuvo una conversación -en el Congreso- con el jefe de la bancada DC, Eric Aedo. Ahí, el parlamentario le hizo ver la inconveniencia de que La Moneda intentara comprar voluntades con cargos en el gobierno, punto que fue respondido por la secretaria de Estado diciendo que esa no era la intención.
- Hasta ese minuto se había integrado el ex diputado, Víctor Torres, médico del “ala chascona”, en la Superintendencia de Salud.
- Hace dos semanas fue reclutado el ex diputado Mario Venegas, como nuevo director de la Junaeb en La Araucanía.
- Y ahora lo hace Marcelo García, quien se desempeñaba como jefe de gabinete del senador DC. Francisco Huenchumilla, y que fue candidato a diputado por el Distrito 23, como coordinador del Plan Buen Vivir de La Araucanía.
- “Asumo este desafío como una decisión personal que no involucra en nada a la institucionalidad partidaria y la tomé pensando en ser un aporte para que mi Región salga del estado en que está”, fueron sus primeras palabras.,
Indignación en la DC. El presidente del partido, Alberto Undurraga, expresó su molestia a la Vicepresidenta de la República, Carolina Tohá.
- “La DC no es un partido de Gobierno. Por eso le he manifestado a la ministra Tohá mi molestia, porque este tipo de nombramientos tiene impacto en la situación interna del partido y confunden a la ciudadanía. Espero no se repita”, afirmó.
- En la misma línea, el jefe de la bancada DC, Eric Aedo, había expresado su total desacuerdo con el ingreso de militantes DC al gobierno del Presidente Gabriel Boric. Estas fueron sus declaraciones:
- “Una cosa distinta es alguien que gana un concurso público por Alta Dirección Pública; otra cosa distinta es la decisión política y creo que el gobierno se hace un flaco favor. No genera ni aúna voluntades de la Democracia Cristiana ni de los parlamentarios con este tipo de decisiones”.
- “Se lo dije claramente a la ministra Ana Lya Uriarte: No generen cuñas al interior del partido con este tipo de decisiones. Lamento que el gobierno insista en producir la división de la Democracia Cristiana. Y, sí esa es la decisión que ha tomado el gobierno, y sí esa es la decisión que han tomado algunos que han ingresado al gobierno, entonces que lo digan con total claridad ante la opinión pública”.
- “Si lo objetivo es dividir a la Democracia Cristiana y si el objetivo de algunos democratacristianos es generar la división por esta vía de acceso al gobierno, que lo digan con claridad, sin dobleces, pero esto le hace pésimo a la relación entre la Democracia Cristiana y el gobierno y entre los parlamentarios y el propio gobierno”.