En medio de las bajas posibilidades de que estén los votos en el Senado, la ministra Siches informó a los partidos que evalúan soluciones caso a caso para los presos del estallido, lo que La Moneda ya está explorando con senadores. Las vías son indulto presidencial, no oponerse a rebajas de cautelares, o un nuevo proyecto de ley, de modo de cumplir la promesa de Boric.
Qué significa: Aunque La Moneda aún realiza gestiones para conseguir los votos, la búsqueda de alternativas constituye un acto de realismo político respecto de sincerar que no estarían los apoyos para la ley de indulto a presos del estallido. La moción -fundamentada en prisiones preventivas excesivas o acusaciones de falta de debido proceso- requiere mayoría simple de los presentes en la Sala del Senado: de estar los 50 senadores, son 26 votos, lo que hace necesario conseguir al menos 1 de Chile Vamos.
- Conocedores de las gestiones afirman, no obstante, que los senadores de Chile Vamos que tuvieron una postura más proclive a analizar el tema ya transmitieron que estarán en contra.
- En la comisión de Constitución los senadores de centroizquierda Pedro Araya (Ind. PPD) y Francisco Huenchumilla (DC) acotaron el catálogo de delitos indultados, con la idea de aunar más respaldos al proyecto, que originalmente tenía amplio rechazo producto de que indultaba a autores de delitos graves como quema del Metro y homicidio frustrado.
El mensaje de Siches: En una breve mención y sin referirse directamente al complejo cuadro en el Senado, la ministra Izkia Siches se refirió al tema en el comité político del este lunes entre ministros de La Moneda y partidos oficialistas: les transmitió que el Gobierno está explorando soluciones caso a caso para los presos del estallido -afirman varios timoneles presentes-, lo que ha empezado a ser conversado por el Ejecutivo con senadores. Mientras, La Moneda acordó con los parlamentarios renovar la suma urgencia al proyecto, para dar más tiempo a las tratativas y no ponerlo en votación aún.
- Siches no describió qué significaban “soluciones caso a caso”, pero fuentes oficialistas las resumen en 3 vías:
1) Indulto presidencial: que Boric haga uso de la facultad que tiene el Presidente de la República para brindar indultos. Políticamente es más complejo, pues asume solo el costo político de una medida que podría ir en contra de la aspiración ciudadana por mayor seguridad (en la ley de indulto general comparte ese costo con el Congreso). Además, el indulto presidencial aplica solo para quienes ya estén condenados (es la amnistía la figura que exime también a quienes solo están acusados, y esa herramienta legal es solo facultad del Congreso).
2) Abstenerse en audiencias judiciales: se trata de que los abogados de Interior no se opongan a solicitudes de las defensas de los presos para levantar medidas cautelares, como sucedió con Nicolás Piña, acusado de lanzar una molotov al interior de un carro policial, y que pudo salir liberado mientras sigue su proceso. Eso sí, los alcances de esa estrategia dependen del “caso a caso”, y pueden ser más limitados.
3) Nuevo proyecto: una alternativa que ha estado sobre la mesa entre senadores de centroizquierda y el Gobierno es la presentación de un nuevo proyecto de ley, que permita acelerar las investigaciones en casos de prisiones preventivas extensas, o bien que permita un mecanismo de revisión caso a caso. De ese modo -afirman quienes han conocido de su formulación- se podrían amarrar los votos de la ex-Concertación que no están seguros aún (los DC Matías Walker y Ximena Rincón), y algunos de Chile Vamos.
Lo que hay detrás: Se ha ido haciendo más viable que medidas más acotadas permitan abordar la situación de los presos del estallido producto de que el universo de estos ha ido disminuyendo, afirman distintos senadores: sea porque algunos ya salieron libres, porque la mayoría de los que están acusados hoy lo estarían por por delitos cuya gravedad hace difícil indultarlos o tienen condenas previas, o porque ya fueron condenados por delitos graves que también hacen complejo el indulto (mientras que los que fueron sancionados por delitos más leves, o ya salieron o podrían acceder al indulto presidencial).
- De todos modos, las cifras reales de cuántos son los presos del estallido siempre han sido una nebulosa: los autores del proyecto partieron cifrándolos en más de 700, la Fiscalía contó 25 a mediados de 2021, y Gendarmería apuntó a 144 en enero.
- “Hoy puede ser que la Fiscalía no haya formalizado a ninguna persona, pero de aquí a un par de semanas o meses puede perfectamente terminar formalizando gente que va a juicio y es condenada. Ahí sí debiera ser un indulto particular dado por el Presidente”, explica Araya.
Por qué importa: Se trata de conseguir a Boric una salida para lograr cumplir una de sus principales promesas de campaña, a la que puso urgencia legislativa en la antesala del Día del Joven Combatiente, como un gesto a grupos radicales para intentar descomprimir las protestas de los días viernes.
- En la visión del gobierno, también permitiría, una vez solucionados los casos de al menos una parte de los presos, acometer su objetivo de “sanar las heridas del estallido” y conseguir paz social, permitiendo distinguir de aquí en delante entre protestas pacíficas y hechos de violencia, como ha intentado Boric; ello, con miras a que Carabineros pueda actuar frente a la violencia, demanda de los vecinos de la zona cero.
Lo que viene: De todos modos, las soluciones caso a caso son parte de un análisis de alternativas que aún está haciendo el Gobierno durante esta semana, para lo cual cuenta con el plazo de 15 días que le otorga la suma urgencia que renovó (la herramienta legislativa implica fijar ese plazo para que se vote el proyecto).
- Las otras vías sobre la mesa son volver a renovarla y seguir negociando -aunque en el oficialismo reconocen que ello es bastante poco viable-, o forzar la votación, perder el proyecto, y que ello justifique que Boric otorgue indultos acotados.
- “No descarto (usar la facultad de indultar), vamos a evaluarlo, los indultos hay que evaluarlos caso a caso, por supuesto”, había dicho Boric en su primera ronda de entrevistas en TV a 2 días de asumir como Presidente.