Qué observar. “Yo tenía una expectativa, digamos, de que ganara el ‘apruebo’, pero contra toda evidencia”, dijo el embajador Argentino Rafael Bielsa a la radio AM750 de Buenos Aires, tras el cambio de gabinete del martes 6.
- En la entrevista el diplomático también evaluó la labor de los convencionales, el rol del gobierno del Presidente Gabriel Boric difundiendo los contenidos del texto, la cobertura de los medios del proceso y lo que describió como el dilema del progresismo frente a la derecha. “La derecha dice cosas que no son ciertas, pero, a pesar de no ser ciertas se entienden fácil, y el progresismo dice cosas que son ciertas, pero que para poder explicarlas necesita que le presten atención, entonces acá pasó eso”, dijo.
- Su estilo opinante es conocido en el país. Bielsa asumió como embajador en Chile en agosto de 2020. Dos meses después tuvo una disputa epistolar con el exministro Jorge Burgos, quien publicó una columna en La Tercera criticando la gestión de Alberto Fernández y de su vicepresidenta Cristina Fernández. Bielsa respondió con un texto en El Mercurio titulado “El comediante Burgos”, donde lo responsabilizó de hacer “una alusión directa a Cristina Fernández, que sería intolerable si Burgos fuese un caballero” y de “mentir”.
- El diplomático de 69 años fue desautorizado en noviembre de 2021 por la cancillería argentina por sus críticas al entonces candidato presidencial José Antonio Kast, al que calificó de pinochetista y contrario a Argentina.
- “Embajador o no, me gusta llamar a las cosas por su nombre”, ha dicho sobre su estilo este abogado, quien además es hermano mayor del exentrenador de la selección chilena de fútbol, Marcelo Bielsa.
El resultado en las calles y los mercados. “Desde el punto de vista, digamos, social, más allá de algunas escaramuzas en Plaza Dignidad o en algún par de lugares de Santiago, este, (lo vi) con absoluta tranquilidad. No era para el común de la población un elemento tan dirimente como lo era para el conjunto de los políticos”.
- “Por el otro lado, los mercados reaccionaron muy positivamente, porque, es curioso, ¿no?, porque en realidad esto no da certezas. Certeza en todo caso hubiera dado la aprobación de la constitución propuesta. Pero lo cierto es que bajó el dólar, este, bueno, todas las medidas conocidas que indican la tranquilidad del mercado que se verificaron, (y) con Chile entrando en un proceso recesivo fuerte”.
Cómo explicó el triunfo del ‘rechazo’. “De toda esa masa de nuevos votantes, yo diría que los sectores más populares votaron ‘rechazo’. Curioso. Lo segundo es que los jóvenes votaron ‘rechazo’. También curioso. Y lo tercero es que, y es increíble, ¿no?, de todas las comunas de la Región Metropolitana, sólo en 5 comunas ganó el ‘apruebo’; en el resto de las comunas ganó el ‘rechazo’. Entonces, es un voto para pensarlo mucho”.
- “Ahora, qué fue lo que pasó. La Convención rápidamente se divorció, no digamos de las grandes mayorías populares, sino se divorció de la ciudadanía, ¿no? Tuvo, por su propia constitución, es una constitución donde los convencionales constituyentes representaban sectores muy particulares, muy especiales, sectores (de) reclamos minoritarios, reclamos, no me gusta la palabra esa, reclamos sectoriales, muy muy muy sectoriales. Entonces, ya de movida no era una cosa homogénea, no se eligió por partido, se eligió simplemente por la propuesta, los convencionales fueron convencionales no por cantidades abrumadoras de votos sino por cantidades discretas de votos por esta misma característica, entonces rápidamente no hubo una corriente de simpatía”.
Falta de “pedagogía” sobre el texto. “Me parece que no hubo, no es que me parece, objetivamente no hubo pedagogía, no se hizo pedagogía de lo que es la nueva constitución. Entonces, como es una constitución larga, que además se hizo desde cero, era una constitución de hoja en blanco, se hizo toda la constitución de nuevo, entonces a la larga había muchos institutos (artículos) nuevos, había institutos que merecían una explicación, porque la propia formulación para llegar a los acuerdos indispensables, todo se resolvía por acuerdos, (y) para llegar a esos acuerdos había que señalizar y abstraer el contenido, o sino no había acuerdo posible, entonces es una cosa que no se explicó bien”.
El rol de los medios. “Y lo otro, bueno, jugaron los medios de comunicación de una manera muy muy muy, no diría brutal, pero de una manera muy muy muy marcada, entonces jugaron a decir que hubo toda una posición vinculada con desprestigiar (…) a la constituyente y a los constituyentes y a minimizar los interesantísimos debates que hubo en el seno de la comisión, menoscabar todo su trabajo y, bueno, claro, la otra propuesta es muy fácil de explicar, la otra propuesta es ‘no’. ‘No’. Entonces era una propuesta difícil de explicar, versus otra propuesta que se explicaba muy sencillamente”.
Derecha vs progresismo. “Es un problema que suele tener la derecha y el progresismo. La derecha dice cosas que no son ciertas, pero, a pesar de no ser ciertas, se entienden fácil, y el progresismo dice cosas que son ciertas, pero que para poder explicarlas necesita que le presten atención, entonces acá pasó eso”.
El cambio en Chile tras el 18-O. “Nadie discute que tiene que haber una nueva Constitución, el tema es que me parece que después de los episodios octubristas, del clima de octubre para decirlo con más precisión, el clima de octubre (de 2019) (…) de la revuelta, bueno, me parece que es como, ¿viste los dibujos animados donde el muñeco corre y corre y sigue de largo y de repente se da cuenta y mira para abajo, y mira hacia atrás, se da cuenta que está en el vacío y se cae. Esta fue una cosa un poco así. Un momento en que la sociedad un poco se asustó, se preocupó, se consternó, se dijo ‘qué estamos haciendo’. Uno lo veía eso en la calle. Yo tenía una expectativa, digamos, de que ganara el ‘apruebo’, pero contra toda evidencia”.
Cambio de gabinete. “Con una excepción, que es Tohá, Carolina Tohá, con esa excepción, la mayoría son figuras nuevas o bien, sacando a Interior y sacando la secretaría de prensa que acá es la encargada de articular con el Congreso, sacando esos 2 casos, no son ministerios particularmente significativos para la visión popular”.
“Un plebiscito para el gobierno”. “La cosa es así. El Presidente convocó (…) a los presidentes de partidos, en un clima enrarecido por parte de la oposición, que se sienten ganadores, ¿no? Bueno, bah, de quienes ganaron. Hay un clima enrarecido o se enrarece el clima de una salida consensuada y razonable, bueno, por las declaraciones, porque se echan culpas y porque también, digamos, esto ya pertenece a la estrategia política, porque también fue un plebiscito para el gobierno, a 5 meses de su desempeño. Una cosa muy injusta, pero así fue presentado y, bueno, salió como salió, entonces sólo que hoy día, si me preguntan a mí, yo digo: al gobierno las cosas le van a costar un precio superior al que valen; es mi sensación”.