“Ella había trabajado con él en Valparaíso”.

  • “Trabajo desde 2021 en la División de Gestión y Modernización de las Policías (Digempol), que depende de la Subsecretaría del Interior. Conozco a [nombre de la denunciante] desde junio de 2023, dado que ella llegó a trabajar a la Digempol (…). En enero de 2024 se fue a trabajar como asesora del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve”.
  • “Nos hicimos amigas desde que trabajamos juntas, y hemos mantenido la amistad y comunicación. Una vez me comentó que conocía al subsecretario, indicándome que antes, en algún momento, ella había trabajado con él en Valparaíso”.
  • “Me contó, en agosto, que el subsecretario había comenzado a hablar con ella a través de una aplicación de mensajería, distinta a WhatsApp, no recuerdo su nombre, pero tenía la particularidad de que era más secreta y segura, y al parecer no quedaba registro de los mensajes después de leerlos”.

“Ella me decía que no quería verlo más”.

  • “Posteriormente, me cuenta que a través de ese chat habían coordinado un almuerzo (…). Comentamos que quizás era para proponerle otro trabajo, ya que sabíamos que Monsalve se iría de la subsecretaría en octubre, ya que pretendía postularse a senador en 2025″.
  • “Un día en que me junté con ella, me comenta que ese almuerzo no había sido lo que pensábamos (…). Me comentó que habían ido a comer al Costanera Center, que el subsecretario iba con lentes y gorro como para que no lo reconocieran, y que después salieron y se sentaron afuera, donde conversaron. Luego él se le acerca y le da un beso en su boca”.
  • “Ese día la noté extraña. Su personalidad no era la misma de siempre. Quedé como en shock cuando ella me cuenta eso. Traté de mirarla y preguntarle cómo se sentía y me dijo que se sentía muy rara, que le daba asco”.
  • “Le dije que debería haberle inventado que estaba pololeando, y comenzamos a pensar en cómo podía alejarse de él. Ella me decía que no quería verlo más, pero era su jefe directo. No sabíamos cómo poder abordar esto”.

“No quería ir, pero no supo cómo decirle que no”.

  • “El 23 de septiembre fui a almorzar al casino de La Moneda, y pasé a preguntar por ella, dado que no me respondía los mensajes (…). En la subsecretaría me dijeron que no había ido a trabajar. Al día siguiente me contesta y dice que nos juntemos a almorzar, pero yo no pude, por lo cual nos juntamos en la tarde”.
  • “Nos sentamos en un café (…) y ella me dice que tenía que contarme algo, súper fuerte. Ahí me dice ‘mírame la frente, ¿me ves algo?’. Yo le respondo que no y, al acercarme a mirarla, veo que tenía una herida que había tapado con maquillaje”.
  • “Me comienza a contar que el subsecretario la había invitado a cenar, que ella no quería ir, pero no supo cómo decirle que no”.

“Está segura de que Monsalve la violó”.

  • “Me cuenta que el 22 de septiembre, alrededor de las 18:00 horas, fue con el subsecretario a un restaurant llamado Ají Seco Místico (…), y que ella se tomó 3 piscos sour, pero de los normales (…), y que luego de eso no recuerda nada, que no entiende qué le pasó, y que despertó al día siguiente, alrededor de las 12:00, en una habitación que no reconocía, con el subsecretario desnudo al lado de ella. Estaba desnuda hacia abajo y hacia arriba tenía puesto un polerón que era de ella”.
  • “Me dice que cuando despierta, Monsalve la ve y se sube arriba de ella, tratando de tener relaciones sexuales. Pero ella se queda como tiesa y él no logra penetrarla, y luego se da cuenta de que ella estaba rígida y no quería y se baja”.
  • “Luego me dice que ella sintió olor a vómito y se levanta, y ve que su pantalón tenía vómito y la chaqueta de él también estaba vomitada. Luego se percató que tenía una mordida en su muñeca y le pregunta a él qué le paso, y él le responde ‘no sé, a lo mejor tú te mordiste’. Me comentó que vio que las sábanas estaban manchadas con sangre”.
  • “Después de eso, el subsecretario le da una pastilla para el dolor de cabeza, y se viste diciéndole que iba a suspender su agenda, y sale a decirle a su escolta, que al parecer son PDI, que se fueran, y luego volvió a la habitación (…). Después ella se vistió con la ropa que estaba vomitada y salió del hotel”.
  • “Al llegar a su departamento y se da cuenta que tenía una herida en su frente, como un chichón y raspado. Me comenta que le dolía su vagina, y está segura de que Monsalve la violó”.

“Quizás él le había echado alguna droga en el pisco sour“.

  • “Me decía que no entendía cómo no lograba recordar nada. Anteriormente nosotras salíamos y bebíamos, pero ella nunca había perdido la memoria al punto de no acordarse de nada y que ella nunca se había acostado o ido de alguna fiesta con alguien que a ella no le gustara. Pensamos que quizás él le había echado alguna droga en el pisco sour. Ella como que estaba en shock, y no entendía cómo había ocurrido eso.
  • “Luego de eso, me junté prácticamente a diario con ella y seguimos conversando sobre esto. La traté de orientar y le sugerí tomar una licencia, que fuera a un psicólogo. Pero siempre me decía que tenía miedo de lo que fueran a hablar en su trabajo, que no quería que nadie se enterara, ni que quedara la embarrada”.
  • “Me comentó que la semana después de que ocurrió el hecho, el subsecretario le había enviado unos mensajes a través de la aplicación de mensajería, y que él le decía que se juntaran, pero ella no le respondía, y que después él le comienza a escribir cosas como que lo disculpara por lo que le había hecho. Después ella borró la aplicación de su teléfono”.
  • “Un día, me cuenta que se juntó con el subsecretario y conversaron del tema. Él dijo que tampoco se acordaba mucho de lo que había pasado, y que quizás le habían echado algo en el pisco sour. Le dijo que ellos se habían ido del restaurant en Uber, y que ella había coqueteado con el conductor y había intentado bajarse del auto. Ella le pregunta que por qué no le había dicho nada de la herida de la frente, que cómo había permitido eso, y él no le respondía”.

“Pensábamos dónde buscar ayuda sin que esto se fuera a hacer público”.

  • “Durante varios días conversamos con ella, y pensábamos qué podíamos hacer y dónde buscar ayuda sin que esto se fuera a hacer público. Pensamos en varias opciones, y ella me dijo que esperaría a que viniera su papá, que tenía programado venir a Santiago en las próximas semanas. Me dijo que le contó a su hermano, a su mamá y después le contó al papá, quien era amigo del subsecretario”.
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