Quiebras. Un reportaje de Diario Financiero describió cómo más de una docena de firmas de la construcción e inmobiliarias han iniciado reorganizaciones de sus pasivos o derechamente han ido a la quiebra. Según esa información, los montos de esos procesos suman más de US$ 500 millones. La explicación generalizada apunta a la crisis social, a la pandemia y al aumento de costos de los materiales de la construcción.

  • Entre las firmas con reorganización están La Cruz Inmobiliaria, el Grupo Sencorp (vinculado con la familia Senerman), VivoCorp, Inmobiliaria Las Magdalenas, Beltec y ahora B+V Limitada, que solicitó la quiebra. Otras que  han seguido ese rumbo de liquidaciones y quiebras en los últimos tres años han sido Brotec, Triada, Constructora GHC, e Ingeniería y Construcción RYH, entre otras mencionadas por DF.

Preocupación. El 14 de octubre, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, planteó una serie de factores de alta preocupación para el gremio.

La pérdida de la solidez de permisos y aprobaciones genera “alta incertidumbre”.

El aumento del precio del dólar contribuye a elevar la inflación, por ende sube la UF y todo se concatena con un incremento del valor de materiales e insumos de construcción.

Hay complicaciones con contratos actuales con el MOP dado que no consideraron el excesivo aumento de la inflación, lo que encareció los proyectos sin que sean reajustados.

El aumento en las tasas de interés genera dificultades para que las empresas accedan a financiamiento.

Las tasas hipotecarias más altas y nuevos límites crediticios perjudica la venta de viviendas.

Existe una “alta burocracia y baja productividad” que implica un “atraso en pagos y recepciones de obras”.

Con ese escenario, indicó Errázuriz, el gremio prevé que la inversión en construcción acumule dos años consecutivas de caídas. En 2023 se reduciría en 5,3% respecto de un 2022 que ya será menor al 2021.

Publicidad