-¿Qué tan grave es la crisis de la Isapres?
-Estamos en una situación bastante crítica. El sistema de salud requiere tomar decisiones de corto, mediano y largo plazo. No hay duda que tenemos que hacer una reforma en el sistema de salud, particularmente el privado, que tiene que avanzar a un modelo institucional de seguridad social. Eso ha sido discutido en estos últimos 10 o 12 años, pero desgraciadamente no se ha llegado a puerto.
-¿Qué pasa si se hace un término abrupto del actual sistema privado?
-No solamente va a afectar a los 3,2 millones de personas afiliadas, especialmente, a las personas que están en tratamiento hoy día, sino que también a los usuarios de Fonasa. Hay más de 7 millones de personas que todos los años usan el sector privado a través de la modalidad de libre elección.
Pero también si hay una insolvencia por parte de las Isapres, estas personas van a pasar a Fonasa y eso significa no solamente aumentar los costos por parte del Estado, sino que aumentar las listas de espera y hacer más compleja la atención de las necesidades de salud que tiene el sector público, que hoy día tiene tremendas deficiencias.
-¿Qué implica el fallo de la Corte Suprema en términos prácticos?
-Este fallo se produjo debido a los recursos de protección que se han venido presentando desde el 2006, por el alza del precio base y del GES. Lo que dictamina es que para todos los planes de salud del sector privado se aplica la Tabla de Factores del año 2019. En principio era para los planes nuevos. Hoy también para los planes antiguos.
-¿Eso haría quebrar a las isapres?
-Todo depende de la interpretación que tome la Superintendencia de Salud. El fallo determina que no se podrá cobrar por parte de la isapres a las personas menores de dos años, salvo la prima GES.
Lo otro que dice la Superintendencia de Salud es que las isapres tienen que devolver lo que se ha cobrado en exceso. Si la Superintendencia de Salud decide aplicar este fallo de una manera inmediata, las isapres podrían caer en insolvencia y al caer en insolvencia no van a poder seguir financiando a las personas que están hoy día en las isapre y por lo tanto esas personas tendrían que pasar a Fonasa.
-Ustedes plantean 4 puntos. ¿Cuáles son?
-El primero es definir los períodos considerados para la devolución de los fondos determinados por el fallo. Es decir, hoy día la Superintendencia de Salud cuenta con la atribución para ajustar los plazos para las isapres y para que puedan reformular sus planes en función de la tabla de factores. Es muy distinto hacerlo en dos meses, en tres meses o en un año, porque eso va a determinar la solvencia o no de las isapres. Muchas no serían capaces de pagar.
Lo segundo, que se debe analizar por parte de la Superintendencia, es establecer los cálculos de devoluciones que hace mención el fallo de la Corte Suprema. Una de las funciones que tienen las intendencias es preservar la estabilidad del sistema y proteger la salud de los beneficiarios del sistema privado.
-¿Respecto al tema del precio base qué proponen?
-Cuando las personas pagan su plan se considera: uno, el precio base y segundo, la tabla de factores. Tiene que haber un reflejo del aumento de los precios del sistema de salud. Por ejemplo, Fonasa en sus prestaciones de salud, en el último año ha aumentado un 6,2%. Por lo tanto, aquí tiene que haber un análisis técnico acerca del incremento del precio base.
-¿Y en GES, que cambios necesita el sistema?
-La Superintendencia de salud, para poder darle sustentabilidad al sistema, debe tener una postura sobre los incrementos de los precios de la prima GES, que ya se han ejecutado. Igual como ocurrió con la tabla de factores, hoy día existe un número importante de usuarios que están imponiendo reclamos ante la autoridad judicial.
Todos estamos de acuerdo que tiene que avanzarse en las reformas en el sector privado y público para hacer un sistema más resiliente. Hasta ahora las soluciones que han dado es fortalecer Fonasa, pero ese no es el único camino.
-GES paga la consulta médica, pero muchos medicamentos no, que son muy caros. ¿Por qué se da esa limitación?
-Así es. GES se implementó el 2005 y ha sido muy positivo, pero tiene que fortalecerse y tiene que avanzar a un plan de salud que sea más universal, es decir, donde haya más coberturas de enfermedades y mayor cobertura en los medicamentos.
Hoy día sabemos que el gasto de bolsillo de medicamentos es muy alto en Chile, las personas en tratamiento gastan más de un 30% de sus ingresos en medicamentos. Nosotros desde CIPS hicimos una propuesta que la llamamos Plan Universal de Medicamentos Ambulatorios.
-¿Cómo evalúa las ideas que el Gobierno ha ido analizando en salud?
-Todavía no hemos visto ninguna propuesta concreta, hemos escuchado que se va a fortalecer Fonasa, que creo que es positivo. Pero han sido solo palabras. No se ha presentado ninguna reforma concreta en el Congreso para poder avanzar en esta situación.
El Presidente Boric llegó con la idea de tener un sistema único, estatal, universal y sabemos que esos cambios radicales no funcionan. Conocemos las debilidades del sector público, las listas de espera, la falta de especialistas, la falta de eficiencia en los pabellones y por lo tanto, creo que lo más importante es resolver los problemas urgentes como darle mejor gestión a los hospitales.
-La ministra de Salud es una de las mejores evaluadas. Usted la conoce, ha trabajado con ella. ¿Cuál es su opinión de su gestión?
-Yo tengo la mejor opinión de la ministra de Salud. La conozco mucho. Ella participó en el Consejo Asesor COVID. Conoce muy bien los problemas de salud y tiene muy claro que cualquier camino que se tome tiene que ser progresivo, paulatino y pensando en que no tenga impacto negativo en los enfermos.
La llegada de ella al Ministerio de Salud ha sido muy positiva y muy tranquilizadora para los pacientes, sobre todo porque habíamos escuchado antes a la ex ministra que ella quería hacer una reforma profunda e incluso al director de Fonasa decir que las isapres iban a desaparecer rápidamente sin plantear ninguna reforma.
La incertidumbre es muy dañina para los pacientes. Yo creo que la llegada de la ministra Aguilera le ha dado una calma, una racionalidad al Ministerio de Salud y claramente poniendo la prioridad en los enfermos, dejando de lado todos los ideologismos.
-¿A usted le preocupa el fin de las isapres o cree que se pueden cambiar por otro tipo de institucionalidad?
-A mí me preocupan los pacientes. El sistema de Isapre va a modificarse, no puede seguir como está hoy día porque no es sustentable. Esto tiene que resolverse ahora, en mayo. El sistema privado tiene que avanzar hacia un sistema de seguridad social.
-¿Qué significa?
-Significa que los más jóvenes subsidian a los mayores y los más sanos a los más enfermos.
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