Un amplio debate entre científicos generó la decisión del gobierno de Chile de declinar la invitación realizada por Israel para participar en una misión aeroespacial conjunta que pretendía llevar una nave no tripulada a la Luna y alunizar en su lado no visible un módulo con bandera chilena. Para el Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999, José Maza “US$7,5 millones, para estar en una misión lunar, que significaría que jóvenes ingenieros y científicos, pudieran ser parte, tiene todo el sentido”. Una opinión diferente tienen el vicepresidente de Asociación Chilena del Espacio, Rodrigo Suárez, y Marcos Díaz, Académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la U de Chile.
Distintas miradas. Muestras de apoyo y también críticas ha generado la decisión de la Comisión Asesora Presidencial en materia espacial, que lidera la ministra de Ciencia y Tecnología, Aisén Etcheverry, de declinar una inédita invitación realizada por Israel para que Chile participe en una misión aeroespacial conjunta con la ONG israelí SpaceIL que pretendía explorar el “lado oscuro” de la Luna, enviando una nave con dos módulos uno con bandera chilena.
- La propuesta contemplaba que Chile integre cinco ingenieros a un equipo de 35 profesionales y con una inversión de US$15 millones, equivalente al 12,5% del costo total del proyecto. Cifra que podría reducirse a la mitad (US$7,5 millones) gracias al apoyo de la Fundación Libertad Humana.
El análisis de José Maza. Para el astrónomo y Premio Nacional de Ciencias Exactas, José Maza, Chile debería haber aprovechado la oportunidad: “Un costo para Chile de 7,5 millones de dólares para estar en una exploración lunar que significaría que jóvenes ingenieros, nuestros jóvenes científicos pudieron ser parte, yo encuentro que tiene todo el sentido”.
- En entrevista con TVN, el científico agregó que, aunque no conoce los detalles del proyecto, “si aquí teníamos una oportunidad de participar en una investigación lunar yo creo que haberla aprovechado para mí tenía todo sentido del mundo. Chile tiene que entrar en el siglo XXI y el siglo XXI tiene exploración espacial, deberíamos hacerlo”.
- “Si Chile no entra en la exploración lunar porque no tiene dinero es una pena. Ahora si el dinero lo tiene y prefiere invertirlo en el Sistema Nacional Satelital eso sería otra cosa. Chile tiene que invertir muchísimo más, el triple, el cuádruple, 10 veces en ciencia y tecnología que lo que hacen hoy día”.
- “Entonces si lo vamos a invertir en el Sistema Nacional Satelital yo respeto que hay que tener una planificación, pero no digamos que no participamos en esto porque no tenemos plata. Chile invierte una cantidad absurda de baja de recursos en ciencia y tecnología, el 0,35% del PIB es una vergüenza a nivel internacional”
- Pese a que una de las observaciones realizadas por el Gobierno fue que el proyecto israelí ya estaba diseñado cuando invitaron a Chile, sin que el país pudiera dar valor agregado o llevar sus propios experimentos al espacio, Maza sostuvo que debimos haber aceptado de todas formas: “Aunque los chilenos sean una parte menor. No podemos pretender entrar en un proyecto siendo nosotros los que lideremos el proyecto si francamente no tenemos ninguna experiencia en materia en mandar naves a la luna”.
- La opinión de los científicos, sin embargo, no es unívoca al respecto.
¿Chile está preparado? Para el vicepresidente de Asociación Chilena del Espacio (Achide), el ingeniero aeronáutico de la Fach, Rodrigo Suárez, “había polémica en esta decisión en ver cuál sería el beneficio que tendría este proyecto para el país”. A su juicio, “Chile no está preparado para eso, estamos muy lejos de decir Chile llegó a la Luna”.
- En este sentido calificó de toda lógica la respuesta de la ministra Etcheverry, señalando que “tenemos muchas cosas que hacer antes que embarcarnos en una aventura que solo nos dará una buena imagen”.
- Precisó que “hubiera sido bueno que la ministra dijera que estamos dispuestos a prestar nuestra colaboración de otras formas y no cerrar las puertas”. Pero que, a su juicio, lo más conveniente era declinar la invitación.
- En este sentido dice que, antes de pensar en viajes a la Luna, Chile requiere, entre otras cosas, crear una agencia espacial que es una materia pendiente, tener una ley que regule la actividad en el espacio, definir que se puede hacer y que no en el espacio y que tratados se deben cumplir. Chile es de los pocos países que suscribieron el Tratado de la Luna de 1979.
- Dice que si bien en Chile tenemos competencias con muy buenos mecánicos e informáticos, nos falta aún capital humano y no estamos enfocados al 100% en el ámbito espacial.
- Por eso llama a definir una ruta y políticas claras sobre en qué ocupar los recursos. Considera que destinar millones de dólares para financiar un proyecto de Israel, puede resultar mucho considerando que los apoyos a proyectos científicos en Chile son de $200 hasta $500 millones de pesos repartidos en un par de años.
- A Suárez se suma el ingeniero y PhD de Boston University, Marcos Díaz, coordinador del Laboratorio de Espacial y Académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile y referente chileno en temas de satélites. Díaz conoce bien el proyecto propuesto por Israel, ya que en la universidad recibieron al embajador y a representantes de la ONG israelí. También mantiene desde su ámbito contacto fluido con el Ministerio de Ciencia.
- A su juicio el proyecto no era beneficioso en cuanto a precio y retorno, ya que llegó a Chile con un diseño muy finalizado sobre el cual era difícil hacer contribuciones. Piensa que enviar a 4 o 5 ingenieros por US$15 millones, sin un plan un largo plazo, no era la forma más eficiente de emplear los recursos. “El retorno científico no era muy claro”, dice, añadiendo que hubiera sido factible en un escenario sin restricciones presupuestarias.
- “Es una misión que no nos conviene en términos científicos ni tecnológicos. Hay muchos proyectos espaciales donde nosotros podríamos aportar”
Embajador de Israel: “No discuto la decisión”. El embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, señala que acepta y respeta la decisión de Chile de no participar en el proyecto con la ONG Israelí:
- “Hemos hecho una propuesta interesante y atractiva. Yo respeto la decisión del gobierno de rechazar la oferta es legítimo. Es decisión del gobierno y no lo discuto”
- “Los componentes y la relevancia estaban en el nivel tecnológico, científico, educativo, académico y de imagen país. Ser un país top del mundo en esta área y la cooperación hubiera sido substancial no algo simbólico. Ser parte integral del proyecto, pero ya no será”.
- “Las puertas de todos los ministerios fueron abiertas, presentamos el proyecto de la forma más oficial y profesional y en este sentido no hubo ningún problema. Si el gobierno o el país no está interesado es completamente legítimo. Nosotros avanzamos hay negociaciones con otros países ahora y en eso vamos a avanzar”, indicó.