¿Crees posible que Maduro acepte una derrota?

-Es posible, pero no es seguro para nada. Yo vivo como la mayoría de los venezolanos de oposición. Con la esperanza y con la incertidumbre. Entonces, puede pasar cualquier cosa.

-Un aspecto clave será el papel del ejército. ¿Las FF.AA. cómo pueden reaccionar?

-El Alto Mando venezolano es muy particular. ¿Tú sabes cuántos generales tenemos en Chile?  Cerca de 45. ¿Y en Venezuela? 300. De esos hay muchos que están comprados hace mucho tiempo, que reciben mucho dinero. Y los otros están sometidos a una contrainteligencia militar, que es la principal inteligencia que le preocupa a Maduro.

Además se sabe que en este momento pueden haber unos 300 presos políticos, de los cuales la mitad son militares. Sin contar los 80 detenidos las últimas dos semanas del comando del candidato opositor Edmundo González. En el alto mando, si bien muchos son corruptos, debe haber gente que tiene un concepto patriótico, que se da cuenta de que el país está destruido y que la inmensa mayoría de los venezolanos está en contra de Maduro. Y que vive en una situación de pobreza inimaginable.

-¿Podría haber una sublevación?

-A ver, puede ser que haya factores también del propio Ejército o de otros ramas, que obliguen a Maduro a reconocer la derrota. O él mismo puede darse cuenta de que, si no lo hace, la situación puede ser mucho más grave en el corto plazo. Porque obviamente habría sanciones durísimas. Si gana Maduro, sería un robo enorme y en consecuencia, la posibilidad de tener una opción de salir con vida sin que lo tengan preso toda la vida en Estados Unidos o en alguna parte, se le acaba.

-¿Ves a Maduro negociando una salida?

-No quiere repetir lo que le pasó a Noriega en Panamá. Terminó preso de por vida en Estados Unidos. No sé si esté negociando directamente con la oposición. Pero sí han existido negociaciones con Estados Unidos, incluso hay gente muy importante como el diplomático estadounidense Elliott Abrams, que fue el encargado de Trump para el caso de Venezuela. Propuso hace dos o tres días atrás que hubiera una una amnistía completa para Maduro en el caso de que aceptara la derrota.

Normalmente esas negociaciones no son públicas. Y es un tema que puede estarse moviendo minuto a minuto. Estas 48 horas pueden ser muy determinantes. Hay cambios muy importantes en América del Sur, como el giro de Lula, en Brasil o el giro de Petro, en Colombia, que han dejado a Maduro más solo.

-Maduro dijo que podía haber un “baño de sangre”. ¿Es factible un escenario violento?

-No estoy tan seguro que los militares salgan así directamente a a matar. Pero Maduro tiene estos famosos colectivos, en distintas partes, que están armados. Pero si salen a la calle a actuar con violencia, yo creo que lo más probable es que salga el Ejército a reprimirlos.

-¿Cómo has visto la campaña del candidato opositor?

-Él ha sido una sorpresa. La candidata natural era María Corina Machado. Por supuesto, ella fue inhabilitada. Y volvió a ser inhabilitada a pesar del acuerdo de Barbados que obligaba a que no hubiera ningún tipo de inhabilidades ni limitaciones. Es evidente que el respaldo de María Corina Machado ha logrado que hoy día González tenga en las encuestas creíbles una relación de 60 a 30 a favor. Es demasiada diferencia.

-¿Hubo un cambio en la estrategia de la oposición?

-Es la primera vez que efectivamente fue unida  la oposición, que usó por fin la estrategia del voto como la forma y el momento, con el cual puede sacar a Maduro del gobierno.

-Eso sí, la gran mayoría de los venezolanos fuera del país no podrá votar.

-Naciones Unidas habla de 8 millones de venezolanos que están afuera. Los que pueden votar son del orden de 600.000. Nada. Y ojo que esos son los que pueden votar, porque son menos los que van a poder votar. Han cerrado los consulados para que no voten. Ponen trampas donde pueden.

-¿Sería muy difícil montar un fraude?

-Maduro puede hacer cualquier cosa inimaginable. Porque él ya se acostumbró. Cualquier sanción que venga, él la puede resistir. Y si es a costa de la destrucción del país, bueno, que se destruya el país, pero yo sigo gobernando. Así piensa Maduro. Lo dijo hace muchos años la ministra de Prisiones, que es un una persona muy cercana a Maduro, yo la escuché por televisión decir la siguiente frase: “Venezuela podrá estar en cenizas, pero nosotros nunca vamos a entregar el poder”. Esa es la ley que ellos siguen

-¿Qué esperas tú para el domingo? ¿Cuál es tu sensación?

-No tengo ninguna certeza. Como te decía, estoy entre la esperanza y la incertidumbre. Maduro se sigue atornillando en el poder de una manera ilegítima. Créeme que la migración que hemos visto hasta ahora es pálida al lado de lo que puede pasar si hay fraude.

-¿Podría provocar una nueva crisis migratoria?

-Por lo que he sabido, hay más migrantes venezolanos que los que dice la ONU: nueve o 10 millones de migrantes. Porque es muy difícil contar a los ilegales. Hay un estudio nuevo que afirma que el 17% de la población que está allá trataría de emigrar inmediatamente después de un fraude. Estamos hablando de unos cinco millones de venezolanos. Sería un tsunami de personas huyendo del país, básicamente, a América del Sur, México y Estados Unidos. Crearía un problema muy grave para todos, aparte del drama humanitario.

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