Dentro de las novedades que tendrá el elenco de “Secretos de familia” está Katyna Huberman, quien volverá a estar en una telenovela de Canal 13, ahora en el rol de “Oriana Muñoz”.
Originaria de Concepción, “Oriana” es una mujer de esfuerzo, servicial y de buen carácter. Para pagar sus estudios de enfermería trabajó como stripper, hecho que cuando su padre descubrió, generó una profunda fisura entre ambos. Posteriormente hizo su vida en Santiago, en donde empezó a trabajar en la Clínica Los Arrayanes. Ahí conoció a “Octavio Cruchaga” (Francisco Reyes), con quien estrechó lazos laborales y luego personales, llegando a convertirse en su pareja y más tarde en su nueva esposa.
“Oriana” lo ama profundamente, pero ha sido extraño llegar a la casona en Pirque de este hombre y ser la madrastra de tres hijos que tienen su misma edad, “Raquel” (Mariana Loyola), “Alfonso” (Nicolás Saavedra) y “Gerardo” (Álvaro Gómez). Sólo consigue llevarse bien con el menor de ellos, “Gerardo”. No obstante, “Oriana” es paciente y cree que pronto se ganará el cariño de todos. Por ahora sólo desea concretar su gran sueño: ser madre. A los 38 años congeló óvulos y como su marido es experto en fertilidad, cree que todo resultará más fácilmente. Sin embargo, ese camino será bien complejo.
“‘Oriana’ se convirtió en un personaje mucho más lindo que lo que yo esperaba, porque a uno le dibujan un poco un personaje pero no lo lee hasta el final y, junto al desarrollo que va teniendo y donde las cosas chicas se van agrandando, se terminó transformando en un ser esencial emocional para muchos otros personajes. Eso la agrandó desde ahí, y se volvió un personaje muy lindo, con muchos conflictos y problemas”, manifiesta la actriz sobre el rol que tendrá en la nocturna que el 13 estrenará en marzo, añadiendo que “es el jamón del sándwich siempre, metida en todos lados. En ese sentido, emocionalmente es un personaje muy bonito y que me encantó hacer”.
Para dar vida a “Oriana Muñoz”, Katyna Huberman se tuvo que someter a una drástico cambio de look, teniendo que oscurecer el color de su pelo, acerca de lo que señala que “me encanta que me hagan cambios, si me dicen que me corte y me tiña, lo hago. Uno va encontrando el personaje desde ahí también, y como actriz me tengo que sentir distinta. A mí me gustan los cambios drásticos y me acostumbré desde el minuto 1”.
Cabe mencionar que Katyna Huberman se fue a vivir con su familia a Buzios, Brasil, hace algunos años y en medio de la pandemia volvió a Chile para grabar “Secretos de familia”, en torno a lo que comenta que “fue una buena experiencia y diferente. Fue histórico grabar una teleserie en un momento pandémico, algo memorable. Además que me vine para grabar esto, llevaba 10 meses afuera, y eso fue algo maravilloso. Nuestra idea siempre fue venirnos por proyectos, y jamás pensé que en plena pandemia iba a salir un proyecto. Por eso hubo mucha gratitud y felicidad de tener la oportunidad de trabajar. Nos vinimos todos, yo no podría estar sola, tengo familia, los necesito y ellos a mí también. Son mi motor y con ellos funciono. Siempre les agradezco a mi marido y a mi nana andar para todos lados conmigo, para poder hacer esto. Y hay que decir que las clases online nos favorecieron porque los niños pudieron estudiar sin cambiarse de colegio”.
En ese contexto, la actriz de exitosas producciones dramáticas como “Los treinta”, “Sres. papis” y “Perdona nuestros pecados” destaca que “Secretos de familia” fue una apuesta “muy particular de hacer y me fui dejando sorprender en el camino, así que la atesoro como una teleserie muy especial”.
Como dato anecdótico, en medio de las grabaciones de “Secretos de familia”, Katyna Huberman y su compañera de elenco Mariana Loyola se dedicaban a tejer, a la espera de registrar sus escenas, sobre lo que destaca que “yo tejo siempre, hago chalecos, antes hacía telar y crochet, y como en las teleseries se espera mucho, con la Mariana éramos compañeritas de palillos, cada minuto de espera que teníamos tejíamos en el camarín. Y lo divertido es que no sólo hablábamos de actuación, de personajes, de contingencia o de vida privada, sino también de tejido. Nos compartíamos sitios de tejido o comentábamos las lanas que comprábamos… es un mundo muy particular. Yo digo que es tejer amor, porque uno siempre teje para alguien, y siempre le pone cariño. De verdad que era algo ideal para hacer mientras uno se aprendía los textos”.
Huberman sintetiza en relación a este tema que “es muy bueno encontrar a alguien joven que vibre con esto, y según Mariana yo soy su gurú del tejido, aunque ella teje desde antes que yo. Yo no esperaba grabar mirando mi teléfono, sino tejiendo, y andaba con mi bolso de tejido para todos lados. Para mí es como una terapia, una meditación, un estado”.