A días de finalizada su última versión, ya se sabe que Santiago a Mil 2015 convocó medio millón de personas para apreciar más de 90 espectáculos. Es así como en 16 días, la cultura fue el centro de atención en la vida de las personas.
"500 mil personas es mucha gente, hay una necesidad de compartir y disfrutar, de que el arte sea parte de tu vida y de que puedas tener acceso a él. Las artes son fundamentales en la vida país, combatimos la desigualdad a través de ellas", comenta Carmen Romero, directora de Santiago a Mil, a t13.cl
Las artes son fundamentales en la vida país, combatimos la desigualdad a través de ellas.
En ese sentido vale la pena preguntarse: ¿cómo ha evolucionado este festival cultural en los últimos 20 años? En 1994, apenas diez mil espectadores llegaban a las salas capitalinas. Hoy, ese número asciende a medio millón. La Pequeña Gigante se encargó de que 2010 fuera un año histórico, con una cifra de espectadores que se disparó. Así, más de tres millones de personas llegaron a mirar a la marioneta de siete metros de alto y 800 kilos de peso que recorrió distintos puntos de la capital, como la Plaza Fray Andresito o la Plaza Prat.
"El año 2010 no sólo fue importante por la Pequeña Gigante, sino también porque se cumplieron 200 años del teatro chileno", comenta Romero.
La directora cree que desde ese entonces, el público de este espectáculo ha ido evolucionando en el tiempo, pese a que considera que éste "no se rige por las reglas del mercado": "Nuestro objetivo es hacer diálogo, hacer temas, quedar en la memoria de las personas, con asuntos que nunca se discuten, que son complejos", dice. Ejemplos de ello son dos obras que se exhibieron en 2015: Mar, que aborda la compleja relación marítima Chile-Bolivia y I'am Mapuche, que explica qué es ser mapuche en el contexto histórico actual.
El crítico teatral Agustín Letelier concuerda en que se trata de uno de los eventos culturales más importantes del país, especialmente porque ayuda a impulsar la calidad de las funciones: "Lo que ha significado Santiago a Mil para el movimiento teatral chileno es mucho más que la cantidad de obras que se presentan. Como en el año hay que hacer una selección para presentarlas en este tiempo, ha sido un estímulo para que las compañías se vuelvan creativas y logren ser elegidas", comenta a t13.cl.
Santiago a Mil ha sido un estímulo para que las compañías se vuelvan creativas y logren ser elegidas.
Además, asegura que el arribo de compañías extranjeras influye positivamente en la escena local, "mejorando el teatro chileno": "Hay una diferencia importante en la cantidad de recursos y el tiempo que las compañías extranjeras tienen para presentar sus obras; en relación a lo que pueden hacer las chilenas, que cuando mucho tienen apoyo del Fondart. Es por eso que Santiago a Mil ha sido un estimulo y ejemplo", agrega.
Viene a llenar un vacío. Debemos masificar la cultura, debe llegar a las plazas, universidades y teatros.
Carment Balart, decana de la Facultad de Historia de la UMCE, cree que su éxito radica en que la organización ha logrado determinar qué quiere y necesita ver el público, ayudando así a democratizar la cultura: "Viene a llenar un vacío. Debemos masificar la cultura, debe llegar a las plazas, universidades y teatros", enfatiza.
En t13.cl te mostramos la evolución de Santiago a Mil:
*Infografía elaborada por t13.cl con datos entregados por la Fundación Santiago a Mil.