El destacado científico británico, Stephen Hawking, es tan brillante como agorero sobre el futuro de la humanidad. De vez en cuando, el físico deja de lado los agujeros negros y otros temas lejanos para comentar acerca del futuro poco luminoso de nuestra raza.
Según recopiló CBS, Hawking le tema a tres cosas que podrían, eventualmente, destruir a la humanidad, La primera de ellas algo que también preocupa a otros ilustres, como el visionario sudafricano Elon Musk quien donó 10 millones de dólares para la causa: la inteligencia artificial.
El inglés forma parte de un grupo pequeño pero creciente de científicos que han expresado su preocupación acerca de la cada vez más fuerte inteligencia artificial, la que puede igualar y superar, algún día a la humana. Los robots y drones militares son parte de este temor.
"El desarrollo de la inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana", dijo Hawking en diciembre pasado.
La segunda amenaza es la agresividad de los seres humanos. Si las máquinas no nos matan, podríamos aniquilarnos nosotros mismos, según el astrofísico. Una joven le preguntó: ¿qué deficiencia human le gustaría solucionar?
"La agresión. Puede haber sido una ventaja en los días de los hombres de la caverna para obtener más comida, territorio o una pareja con quien reproducirse, pero ahora es una amenaza que nos puede destruir a todos", le contestó Hawking.
El científico dijo que, por ejemplo, una gran guerra nuclear podría terminar con las civilizaciones. En los años 80, decían los mismo en plena Guerra Fría. Una alternativa ampliamente conocida es que colonicemos otros planetas, planteada por el mismo Hawking.
El tercer peligro ya es más cuestionable: la vida extraterrestre. Tal vez, Hawking ha visto muchas películas apocalípticas y de marcianos. Hace cinco años, dijo que si la vida alien inteligente existiera probablemente no sería amigable con el ser humano.
Las civilizaciones alien más avanzadas, si existen, puede que sean nómades y quieran conquistar otros planetas. "Si es así, tendría sentido para ellos explotar cada planeta en busca de material para construir más naves espaciales para moverse. ¿Quién conoce el límite?", remata Hawking.
