¿Por qué postularme a esta nominación? Porque soy un evidente aporte a las aburridas letras nacionales”. Esas son las palabras que escogió el escritor Pedro Lemebel en conversación con T13.cl para referirse a la inscripción de su candidatura al Premio Nacional de Literatura 2014, a pocos días de cerrar la lista y cuando ya sonaba como favorito Antonio Skármeta.
La librería Metales Pesados y Editorial Planeta fueron los impulsores de su postulación. Lideraron una campaña para que el autor de Tengo Miedo Torero obtenga el galardón que entrega el Ministerio de Educación a finales de agosto y crearon el Fan Page Pedro Lemebel Premio Nacional de Literatura 2014, que ya cuenta con más de 6 mil seguidores y 75 mil visitas durante la última semana.
Representantes del mundo de las artes, las letras y la música se han sumado a la iniciativa pro Lemebel. Claudio Narea, Manuel García, Oscar Contardo, Héctor Hernández, Francisco Papas Fritas, la Brigada Chacón, Alejandro Zambra y Patricio Fernández son solo algunos de los nombres de quienes han decidido apoyarlo. Hernán Larraín Matte, hijo del senador UDI del mismo nombre, también manifestó su apoyo a través de su cuenta de Twitter:
Aunque Lemebel siempre ha sido reacio a los premios, este año no tiene miedo a decir que lo merece: “Si me dan o no el Nacional me tiene sin cuidado, pero no soy hipócritamente correcto como para fingir que no lo merezco. Mi letra no es complaciente, no se sienta a comer con el verdugo ni con la burguesía, tampoco es solamente teórica o estética, es un lenguaje minoritario y políticamente subversivo. Por algo me dieron el Premio iberoamericano José Donoso y soy más que reconocido afuera”, afirma a T13.cl, mientras cuenta que viene saliendo de un cáncer de laringe que casi lo deja sin voz.
A continuación, te dejamos siete razones de quienes apoyan su candidatura:
1 Tiene una escritura radical
“Su opción por la crónica no es aleatoria: es el estilo literario que le permite realizar de manera magistral un ejercicio de memoria, con una escritura radical que visibiliza las profundas heridas de nuestra sociedad de los últimos cuarenta años”, explica Sergio Parra de Metales Pesados. El mismo Lemebel asegura que no “escribió” recetas de cocina, sino que inventó una escritura original, una forma de decir, de pensar y de desenmascarar aspectos políticos y culturales de la sociedad y la historia chilena como ningún otro lo había hecho antes.
2 Mezcla literatura y calle
“Pienso que ha vuelto a construir un vínculo entre la literatura y la calle, muy necesario para la literatura chilena. Sin sus crónicas originalísimas, indomables, puntudas y llenas de humor, el pasado reciente de nuestro país sería aún más difícil de entender sin él”, sentencia el narrador Alejandro Zambra.
3 Visibiliza los márgenes de la sociedad
Su trabajo se preocuparía de dar cuenta las historias y memorias de quienes los relatos oficiales y las narrativas de los 90’ dejaron de lado. En este sentido, “su opción por dar cuenta las dificultades y miserias de la homosexualidad chilena durante la dictadura tiene un profundo significado político, evidenciando que su lucha, pone en tensión las promesas políticas y culturales del sistema neoliberal”, agrega Parra.
4 Se supo ganar un espacio
“En tiempos en que la Literatura era un negocio o estatus, él la ratificó como una necesidad. Lo recuerdo como parte de la cultura que creció en dictadura pero que supo hacerse espacios y luchar por ir más allá. Extendió los límites de lo posible”, dice Patricio Fernández, director de The Clinic.
5 Se presentaría mejor preparado que Skármeta
Sergio Parra cree que Skármeta, al igual que todos los otros postulantes, tienen méritos para presentarse. Sin embargo, asegura que su obra “adelgazó” en el tiempo: “Su obra partió con dos excelentes libros de cuentos (El entusiasmo y Desnudo en el tejado) y luego saltó a una novela político-social (Soñé que la nieve ardía), pero posteriormente disminuyó su calidad narrativa. Ésta se adelgazó y se volvió complaciente con algunos de sus lectores, que buscan una narrativa sana, con humor y algo de cariño”.
6 Es la voz de los oprimidos
Lemebel habría ocupado un rol fundamental para la reafirmación de los roles entre los actores, poniendo énfasis en la necesidad de mantenerse en una trinchera: la de los estudiantes, la de los oprimidos, la de los marginados y excluidos. “La producción de sentido de su obra no es sino disidente en todo ámbito político, sexual, cultural y económico”, comenta Parra.
7 Generó un lenguaje diferente
“Generó un lenguaje de barroquismo novedoso y le puso un canto especial a la calle. Hizo bailar las lenguas de la noche, del descontrol, le dio un escenario al universo proscrito. Vino a generar libertad y dignificar espacios, que en otros momentos hubieran sido vetados”, dice Fernández. Además, recalca que el autor remueve las letras y rompe con los cánones de respeto de finura y delicadeza sin hacerles reverencias a otros.