Muchos emprendimientos nacen por tradiciones familiares o como resultado de estudios técnicos o universitarios. En el caso de esta mamá emprendedora, todo nació gracias a que se ganó un concurso para aprender a bordar, y desde ese momento este oficio se transformó en su pasión y en su actual trabajo.

Con diseños propios y distintos tipos de bordado, Catalina Caroca, fundadora de "Piwke Bordados", ha logrado potenciar su emprendimiento gracias al cariño y la dedicación que ofrece en cada uno de sus productos.

Además, realiza cursos para enseñarles a más personas el arte del bordado: "Me gusta mucho porque siento que es un trabajo que todos los días uno puede hacer algo distinto, es una motivación diaria porque estoy creando algo con mis manos constantemente, y siento que eso es muy importante, y eso trato siempre de transmitirlo, atrévanse a crear con sus manos y vean la magia que pueden hacer", explicó Catalina.           

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