Cualquier emprendimiento, sea grande o pequeño, debe enfrentarse día a día a diferentes tipos de clientes.
Darles una buena atención y lograr concretar una venta dependerá netamente de cómo te relacionas con ellos. Por eso, siempre es bueno tener una estrategia.
A continuación, para darte una idea de cómo tratar a los diferentes tipos de clientes, la Asociación de Emprendedores de Chile te presenta cinco estereotipos.
1. Cliente regular:
Sabe perfectamente lo que busca. No es necesario que intentes convencerlo, ya que si no lo obtiene continuará en su búsqueda.
Si es que ya han optado por tu producto o servicio, no es necesario dar más antecedentes, pues conoce muy bien sus características.
Si no cuentas exactamente lo que requiere, la mejor manera de relacionarte con ellos es ofrecer una alternativa similar, sin que parezca que es a modo de compensación.
2. Clientes leales:
Tienen un gran nivel de compromiso y se convierten en embajadores de la marca de manera espontánea. Es probable que no representen a un gran porcentaje de los clientes, pero pueden llegar a significar un importante porcentaje de las ventas.
Este tipo de cliente está tan satisfecho con tu producto o servicio, que incluso podría llegar a tolerar algunas faltas, pese a ello debes siempre cuidar proporcionar un buen servicio para ellos.
3. Clientes impulsivos:
Pueden interactuar con tu negocio por capricho y comprarán lo que en ese momento les parezca bueno o necesario. También pueden ser muchas veces impacientes o incluso indecisos, así que no te sorprendas si es que cambian de opinión de manera frecuente.
¿Cómo enfrentarlos? Debes ser paciente, pero al mismo tiempo actuar con rapidez, y mostrarle las ventajas de tu producto o servicio.
4. Clientes mercenarios:
Tienen muy bajo o nulo compromiso con la marca. Por lo mismo, es muy probable que cambien de marca rápidamente si es encuentran una alternativa con un precio más bajo.
Con este tipo de clientes será el precio el que dicte el nivel de compromiso.
5. Clientes rehenes:
Son quienes pese a no estar contentos con la marca permanecen con ella. Esto porque no tienen una alternativa o la opción que existe en notoriamente más costosa. Para bien o para mal, ellos son clientes seguros, pero para tenerlos, debes tener un producto con alta demanda.