La digitalización y la tecnología han cambiado nuestras vidas y hábitos de consumo. Esto también ha estimulado el ecosistema emprendedor. En esa línea, es común escuchar los términos startup y scaleup, pero qué son y qué las diferencia.
Las startups se definen como emprendimientos emergentes que tienen un componente innovador o que están basadas en la tecnología. De esta forma, el objetivo de la startup es innovar con sus productos o servicios, ofreciendo una solución a los consumidores.
Sin embargo, un aspecto significativo de una startup es que su propósito es crecer en tamaño e ingresos y en cortos periodos de tiempo. Y en el camino de la expansión, es que muchas startups pueden convertirse en una scaleup. De esta forma, estos términos se relacionan.
Pero ¿qué las diferencia? A continuación te entregamos algunos aspectos claves:
- A diferencia de una startup, el crecimiento de una scaleup, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), protagoniza un ritmo anual superior a un 20% en facturación o número de personas empleadas, a lo largo de los tres ejercicios anteriores.
- La scaleup ya cuenta con un producto o servicio maduro, con cierta trayectoria y rentabilidad. Las startups, por el contrario, se encuentran en una etapa inicial.
- El deseo principal de la scaleup es expandirse al mercado. Además, ya han encontrado una fórmula rentable y escalable, dado que la experiencia les ha otorgado un mejor desarrollo del producto o servicio.
- El financiamiento de las startups proviene de terceros que apuestan con capital por estas nuevas empresas y, además, se involucran en su gestión. Las scaleups, también destaca el apoyo proveniente de grandes compañías, que se ven atraídas por la madurez con la que cuentan dichas organizaciones.
- En las scaleups los equipos están formados por personas que poseen una experiencia muy específica en un determinado ámbito.