Peluches con diseños de animales en peligro de extinción y joyas creadas con retazos encontrados en los suelos de la bella ciudad de Valdivia. Esos son los productos estrella de Carolina Manríquez, una mamá emprendedora del sur de Chile que sueña con crear un mundo más sustentable para sus hijas con su marca Krito.
Si bien este negocio comenzó el 2019, poco antes de la pandemia, el interés de Carolina por la naturaleza nació cuando ella era una niña. La emprendedora cuenta que como tuvo la suerte de crecer en la Región de Los Ríos, siempre estuvo rodeada mucha belleza, aromas y paisajes únicos. En ese entonces, Carolina imaginaba la existencia de guardianes que cuidaban de esos lugares, como hadas o centauros, y hoy, ya de adulta, piensa que cualquiera puede convertirse en un guardián de la naturaleza si es que así quiere que sea.
La idea de los peluches la tuvo luego de que a una de sus hijas le diagnosticaran asma bronquial, conjuntivitis alérgica y rinitis alérgica. Como el entorno de la pequeña tuvo que cambiar, incluyendo la decoración de su habitación y sus juguetes, Carolina tuvo que encontrar opciones para jugar con su hija sin pasar a llevar su enfermedad.
Y por otro lado, averiguando sobre el origen de las alergias, descubrió que muchas de estas enfermedades se producen cuando una especie desaparece de la biodiversidad y genera un desequilibrio en el medio ambiente.
Carolina quiso mezclar ambos factores y dio con la idea ganadora: peluches con diseños de animales en peligro de extinción rellenos de algodón de bambú, ideales para los niños alérgicos. Hay una gran variedad, como el zorro chilote, el puma, el huemul y la nutria; todos hechos a mano incluyen una credencial de su hábitat, los peligros que enfrenta cada especie, un certificado de adopción y una carta de compromiso con el medio ambiente para el niño o niña que tenga el peluche.
"Mi negocio fue mutando con el tiempo. Mi hija menor, además de las alergias, también tenía agorafobia, entre otras cosas, y mi hija mayor había desarrollado depresión. Entonces buscando el equilibrio de salir con una y quedarme en casa con la otra, vi que este negocio era una buena oportunidad para pasar tiempo con ellas", contó Carolina a T13.cl.
"Con mi hija empecé a recorrer todos los parques urbanos de la zona y ella llevaba a su peluche de Krito, que era un zorro chilote, elegido especialmente para ella porque siento que son muy parecidos. En las caminatas nos fimos cuenta de toda la basura que se puede encontrar en estos lugares y que la que supuestamente iba a contenedores también terminaba en el vertedero. Por eso busqué opciones para ver qué podía hacer con estos residuos, ahí se me ocurrieron las joyas", agregó.
En el caso de los accesorios que crea, existe mucha variedad en sus aros, anillos, colgantes y collares, ya que todos son hechos con material reciclado, como PVC y bolsas recogidas de la playa en Valdivia. Además, pasan por un minucioso proceso de desinfección, lavado, colorado o decolorado, según lo requiera el material. Todo con la intención de disminuir los residuos de micro plásticos de la zona.
Actualmente, Krito tiene cinco puntos de venta en Valdivia. También está presente en Chiloé y espera seguir expandiéndose a futuro.