Hoy en día es un objetivo para las empresas obtener la certificación verde para poder acreditar el uso de energía renovable y el uso eficiente de transportes para disminuir la contaminación.
Es por esto que la startup chilena SimpliRoute busca impulsar el “sello verde” de eficiencia energética en la última milla latinoamericana, es decir, en el último tramo de la cadena logística al entregar un producto.
La gran razón para llevar a cabo esta iniciativa se debe a la creciente demanda que existe en el mundo de los despachos a domicilio. Por ejemplo, en los últimos tres años en Chile, el comercio ha crecido a tal punto que las ventas por internet ya representan un 10% de las compras totales de los comercios y se espera que las cifras aumenten.
“La presión de usuarios al comprar online puede llevar a las empresas a aumentar sus flotas, capital humano y kilómetros recorridos de forma explosiva (…) por eso es que creímos que era importante impulsar un símbolo que reconociera a las empresas que buscan ser eficientes al despachar, integrando tecnología y planificación para no emitir CO2 de más”, mencionó Álvaro Echeverría, CEO de SimpliRoute.
La finalidad de esta iniciativa es ofrecer la menor cantidad de kilómetros recorridos necesarios y por ende, de bencina consumida. De esta manera, se hará un reporte a cada empresa para ver si cumple con los estándares de eficiencia logística, además de un detalle de los kilómetros recorridos y el CO2 emitido.
Durante el 2022, se les integró a los vehículos un software para llevar un catastro de las distancias recorridas, las cuales en Chile fueron 193 millones de kilómetros. Por otro parte, en latinoamérica esta cifra incrementó a 610 millones de kilómetros. De esta manera, se estimó que al menos se evitó la emisión de unas 66.030 toneladas de CO2 a la atmósfera en toda la región.
Finalmente, el CEO de SimpleRoute señaló que, “urge crear un distintivo a la responsabilidad de emisiones en logística, porque si bien ya existen sellos verdes que hablan del origen de la materia prima de productos, su fabricación o reutilización, no hay nada parecido para la última milla y los traslados corporativos”.