El senador de la UDI, Claudio Alvarado, es cercano a José Antonio Kast, el abanderado del Frente Social Cristiano que pasó al balotaje junto al frenteamplista Gabriel Boric. Su historia política -que es extensa- ha estado marcada por tener roles relevantes, pero en bajo perfil. No le gusta la primera línea. “Yo me siento cómodo así, en toda mi historia política nunca he buscado la figuración ni los cargos públicos”, dice en entrevista con T13.CL al ser consultado sobre si tomará un rol vistoso en el comando, lo que, por supuesto, descarta.
En ese sentido, el exministro hace un análisis del momento político que vive el abanderado de la derecha y dice estar seguro de que, en los próximos días, “va a salir un muy buen programa de gobierno de Kast”.
—Usted fue el primero en visibilizar que Kast estaba dirigiéndose de mejor forma que Sebastián Sichel al electorado de centroderecha, ¿esperaba que Kast obtuviera más respaldo que Boric?
—En septiembre, yo hice públicas las diferencias que tenía respecto al tono y a los mensajes que estaba entregando Sebastián Sichel, porque una elección de primera vuelta es muy distinta a la decisión final de diciembre. Además, Sichel venía cometiendo una serie de errores, de ninguneo a los partidos, faltas de consideración a Chile Vamos. Con el paso del tiempo, me fui dando cuenta de que el trabajo territorial de los candidatos a core y al Parlamento fundamentalmente estaba asociado a los diferentes candidatos a un trabajo con Kast, por tanto, era evidente que Sichel no tenía el apoyo más importante: el de los territorios. Eso hacía presagiar un resultado como el que tuvimos en esta primera vuelta.
—¿No lo sorprendió entonces?
—No, porque casi con un mes de anticipación todos los estudios de opinión de diferentes empresas estaban indicando esa tendencia que, además, era muy fácil verificarla en el territorio.
—La brecha entre ambos es corta, ¿está optimista ante un eventual triunfo de Kast en el balotaje?
—La brecha es corta porque hubo otros cinco candidatos en competencia entonces tiende a haber una distribución desde el electorado, en diferentes miradas de país. Ahora quedan solo dos y hay que hacer un esfuerzo importante para llegar al 50% y obtener la Presidencia de la República. Eso significa analizar en profundidad dónde hay que potenciar territorialmente las campañas, cuáles son los mensajes que hay elaborar para conquistar mayores voluntades y un trabajo sin descanso, sin cesar, en los próximos 28 días.
—Una de las aprensiones que mostraron en la centroderecha, a días de la elección, figuras como Marcela Cubillos, es que Kast no sea capaz de superar su techo por no convocar al centro, la centroderecha, o los independientes. ¿Qué opina?
—Los análisis políticos dan para todo tipo de teorías, pero, en definitiva, cuando hoy tenemos la disyuntiva entre un país que sea gobernado por la extrema izquierda con los guardianes del Partido Comunista y otro que abraza la idea de la paz, de la libertad, y del combate a la violencia, narcotráfico, que pretende dar buenas políticas públicas en materia social, combatir la delincuencia, no hay dónde perderse. Cuando un país está en esa disyuntiva fácilmente los techos se rompen porque estamos en un momento crucial para Chile. La prueba de ello es que ya los partidos de Chile Vamos han ido manifestando su apoyo, su incorporación a la opción de Kast sin ningún tipo de condición. Eso muestra que en forma natural el sector de la centroderecha, un mundo independiente, amante de la paz y el orden, está disponible para enfrentar una candidatura de extrema izquierda que tiene como guardianes al Partido Comunista; ya todos sabemos de su intolerancia y su apoyo al totalitarismo. Hay toda una historia del país que la gente no quiere volver a vivir.
—¿Cuál es el camino que debe seguir Kast para revertir las dudas de sectores de RN, Evópoli o de gente huérfana de la Concertación?
—Más que dudas, pienso que hay un proceso formal de los partidos políticos para dar cuenta de una decisión, yo no veo ninguna duda de que tanto RN como Evópoli van a ser parte de esta opción de gobierno de José Antonio Kast. Estoy seguro de que van a ayudar a contribuir a eso. Son dos partidos que están muy lejanos a la opción de Boric, no hay dónde perderse. Aquí además hay un dato muy importante: antes de la primera vuelta, Kast dio señales de corregir y hacer mucho más inclusivo su programa de gobierno. Él lo ha dicho reiteradamente, hay plena conciencia por parte de los equipos de Kast de que este es un proyecto colectivo, es un proyecto debe tener vocación de mayoría, por lo tanto, un proyecto político con vocación de mayoría requiere del aporte y miradas distintas de nuestro sector y eso conlleva a acoger distintas miradas para que nadie se sienta excluido. Ahora, ¿cómo se hace? bueno, lo harán desde los equipos de Kast y los partidos que aporten las propuestas. El programa se debe actualizar para acoger las distintas miradas.
—¿De verdad ve posible que figuras como Mariana Aylwin o todos esos huérfanos de la Concertación se convenzan de votar por Kast?
—Más que entrar en casos específicos de personas determinadas, yo creo que Gabriel Boric tiene series dificultades de trabajo en equipo, tiene a un partido que es el comunista que se ha transformado en un guardián totalmente inflexible. Boric dice que Jadue no va a estar en su gobierno, porque necesita transversalidad, y ya la cúpula del PC le pide inmediatamente explicaciones. La votación de centro o ligadas a la Concertación está ligada a una historia que es la extrema izquierda han hecho todo por disminuirlos, en consecuencia, la DC tiene que tomar decisión: o se transforman en férreos opositores de Gabriel Boric o dan libertad de acción. No va a ser fácil para Boric sumar a esa gente.
—¿Cuánto se puede modificar el programa sin desdibujar el discurso que le permitió a Kast ganar el domingo?
—Las coincidencias son mucho mayores a las diferencias, en ese sentido, serán los partidos, junto a los equipos técnicos de Kast, quienes verán cómo recogen esas propuestas. No me corresponde entrar en esos detalles.
—¿Moverán la aguja electoral esos cambios programáticos?
—Para tener la opción de ganar, hay que recoger los buenos aportes de los otros candidatos de Chile Vamos o de personas relevantes que tengan buenas ideas para tener mejores políticas públicas y miradas diversas. La noche del triunfo Kast fue humilde y reconoció el aporte de otros candidatos. Estoy seguro de que, en los próximos días, va a salir un muy buen programa de gobierno de Kast. Respecto si mueve o no la aguja, pienso que una elección se define fundamentalmente en el despliegue territorial, donde están las verdaderas necesidades de las personas, en ese sentido, creo que Kast tiene una amplia ventaja frente a Boric en el conocimiento del país y así lo reflejó en las regiones del país. Kast va a tener que fortalecer su trabajo en la Metropolitana.
—¿Cree que Kast debe ahora enfatizar también en la seguridad social, en los cambios profundos a nivel social?
—El discurso y la propuesta de Kast sintonizó con la mayoría ciudadana y así se refleja en los resultados, en consecuencia, todo aquello que contribuya a potenciar esa sintonía con la ciudadanía, bienvenido sea. A un gobernante le interesa tener buenas políticas públicas, superar los problemas sociales, atender el drama de la vivienda, el de la salud, tener una buena educación, reactivar la economía. Gobernar es integrar una serie de miradas y de políticas públicas que van en beneficio de las personas. Kast ha dado genuinas señales de estar disponible para escuchar y atender esas propuestas.
—Los empresarios, previo a la primera vuelta, estaban súper intranquilos con Kast y sobre todo por su propuesta de rebajar impuestos. A su juicio, ¿se debe eliminar esa idea del programa?
—Yo no estoy involucrado en los detalles programáticos, pero sí tengo claro que José Antonio Kast es partidario de que la economía crezca, que tenga certezas jurídicas y que los empresarios tengan claridad de las reglas del juego, que coloquen los recursos para invertir y que generen puestos de trabajo y que esos empleos tengan remuneraciones dignas y protección social. No tengo ninguna duda de que José Antonio Kast en materia económica va a ser muy responsable, también en materia fiscal. No debiera existir preocupaciones, porque está todo abierto en la disposición a escuchar para hacer las cosas lo mejor posible. La noche del domingo Kast demostró que no está para imponer, sino para corregir y escuchar y construir con todos un proyecto colectivo con vocación de mayoría.
—Hoy Kast va a tener que responder por una bancada de 15 parlamentarios. Y ya surgen críticas por ejemplo contra un diputado electo que planteó en su momento restringir el voto de la mujer. ¿Cómo va a lidiar con discursos que son más radicales que la moderación que necesita para conseguir más votos?
—Al final del día tenemos imbuirnos todos de que para ganar una elección se necesita la mirada mucho más amplia que la de un parlamentario. Los que estamos en política hace muchos años entendemos que la política se juega en equipo, se trabaja en conjunto, el arte de la política es saber escuchar y saber incorporar miradas que contribuyen a un mejor país, en ese sentido, las miradas particulares tienen que estar subordinadas a un objetivo superior o a un bien común. A mí sí me preocupa que aparezcan este tipo de visiones, pero pienso que no inciden en la vocación de mayoría que debe tener todo candidato que quiera gobernar un país.
—En caso de llegar al gobierno, ¿se debe incluir a Chile Vamos?
—En política cada día tiene su afán, hoy el propósito es la unidad del sector político de la centroderecha más los independientes que quieren seguridad, paz social, combate a la delincuencia y al narcotráfico, que quieren que se enfrenten los problemas en la Macrozona Sur, los temas de migración, entonces, yo creo que esas opciones hay que administrarlas de mejor manera para ganar. Ahora, cómo se compone un gobierno, eso hay que verlo una vez que se gane y será José Antonio Kast quien irá definiendo eso. Hay que recordar que pasan a segunda vuelta también dos personas que vienen de afuera de los dos bloques políticos tradicionales, entonces, los partidos políticos sí tienen una buena representación parlamentaria, van a ser un aporte desde el Congreso, tienen experiencia política, pero es una decisión que debe tomar José Antonio Kast y los partidos tienen que ser generosos, mostrar disposición a colaborar, pero no imponer. Hoy la ciudadanía no quiere que los partidos impongan, hoy la ciudadanía lo que busque es los escuchen y se tomen las mejores decisiones. Dentro de las decisiones más importantes de quién gane es la conformación de un buen gobierno y para eso hay muchas personas que tienen la capacidad y ellas están tanto dentro como fuera de los partidos.
—Entonces no se debe repetir la lógica que se vio en este gobierno de Piñera en cuanto a la pugna de quién tenía más ministros...
—Ese tipo de disputas o los cuoteos políticos es lo que a la gente la cansa, la supera, porque viven en una realidad totalmente ajena a esa discusión política. La gente quiere que sus gobernantes les soluciones sus problemas, de verdad, y en eso quienes participan en la vida pública, su objetivo primario es el bien común y cómo demostrar esa disposición es con generosidad, apertura, sin imponer condiciones. Solo mostrar disposición a colaborar. Si son llamados a colaborar, bienvenidos.
—¿Ve posible que el Partido de la Gente tome posición también en un eventual gobierno de Kast?
—El Partido de la Gente ha sido una sorpresa digna de analizar, de estudiar, por la forma en que ellos llevan su campaña adelante y así logran un número de adherentes bastante importantes. Es algo atípico, distinto a lo que estamos acostumbrados a hacer en política. Yo siento que muchas de esas personas tienen un discurso de lo importante que es promover una buena economía, que haya justicia social, generación de puestos de trabajo, en que la gente tenga autonomía para sus decisiones. En definitiva, son personas que pueden ser convocadas por a opción de José Antonio Kast en mucho mayor medida que una alternativa de un gobierno que representa el totalitarismo.