La victoria de Claudio Orrego en las elecciones a gobernador de la región Metropolitana dio distintas lecturas en todos los sectores políticos. En el lado de Karina Oliva, la derrotada de la jornada, los partidos que integran el pacto Apruebo Dignidad, y que competirán en una primaria el 18 de julio, también tuvieron visiones disímiles.
Desde el Frente Amplio, conglomerado al que pertenece Oliva y que tiene como candidato presidencial a Gabriel Boric, de Convergencia Social, optaron por hacer una autocrítica de la campaña que se llevó adelante con su candidata.
“Creo que las campañas de aquí en adelante deben estar centradas mucho más en ideas. Caímos en un espiral de descalificativos por parte de quienes apoyábamos a uno u otro candidato que no fue constructiva y eso también termina espantando a la gente. Allí hay mucho que aprender y dialogar”, opinó el diputado.
Karina Oliva en tanto, evitó hacer autocríticas y relacionó el triunfo de Orrego con el éxito que tuvo el candidato de la DC en las comunas más ligadas a la derecha, como los son Vitacura, Las Condes, Providencia y Lo Barnechea.
Desde la UDI y también desde la DC aseguraron que el triunfo del candidato de centro respalda su “forma de hacer política” y aseguraron que era una derrota para el candidato presidencial del Partido Comunista (PC), Daniel Jadue, a quien acusaron de ejercer una política de confrontación.
“Daniel Jadue sufre una derrota porque los chilenos no quieren el discurso de la confrontación”, aseguró el diputado DC, Matías Walker.
Desde el PC, Jadue aseguró que esto no era una derrota y que incluso habían avanzado en su forma de llegar a la ciudadanía, mientras que el secretario general del partido, Lautaro Carmona, descartó los dichos que llegaron desde la falange.
“Sostener que son la calidad de los mensajes de Daniel los que explican el triunfo de Orrego es querer eludir el tema de fondo, que es el respaldo de la derecha a la candidatura de Orrego”, insistió Carmona.