Fueron once votos de la bancada de Renovación Nacional que la semana pasada le dieron un golpe al gobierno al rechazar el proyecto de ley para extender la elección en dos días. “RN sacó una declaración hace una semana apoyando el proyecto. La mesa del partido ha sido muy clara, pero no así la comisión política y algunos diputados. El llamado ante todo es al orden”, dijo luego de la votación del viernes pasado, el ministro de la Segpres, Juan José Ossa, también militante de RN.

La Moneda había impulsado fuertemente la idea y el propio Ossa era quien promovía el proyecto de ley entre las bancadas. En paralelo, lo había gestionado en una reunión con el entonces presidente del consejo directivo del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría.

El primer traspié que Ossa sufrió, previo a la votación, fue con su antecesor, Cristián Monckeberg (RN), quien públicamente dijo que no era momento de improvisar con cambios en los comicios, a poco menos de dos meses de la convocatoria.

No obstante, el secretario de Estado envió personalmente por WhatsApp a la directiva de RN -y a algunos parlamentarios- un texto con razones por las cuales era necesario realizar los comicios en dos días; justamente con la alarma de aprensiones de figuras como Monckeberg y de la comisión política del partido.

Pero no solo RN había manifestado de algún modo molestia por la iniciativa que impulsaba La Moneda. El viernes pasado, en la primera votación, hubo ausencias UDI -como Jorge Alessandri, Sergio Gahona y Sergio Bobadilla- y dos abstenciones de esta bancada: Joaquín Lavín y Álvaro Carter.

En todo caso, los ojos estaban puestos en RN, pues durante estos tres años de gobierno, la bancada -además de ser la más grande- ha sido considerada díscola en iniciativas del Ejecutivo. Antes del retiro de fondos de AFP -el primero fue apoyado por Mario Desbordes-, a la bancada se le acusaba de desorden o el impulso de iniciativas inconstitucionales como el postnatal de emergencia.

La presión sobre Ossa, en ese sentido, era un punto relevante: ante el aumento de casos de contagios y las medidas extremas de cuidado en marzo, la iniciativa de “los dos días” debía salir adelante.

Los argumentos que entregaron a los parlamentarios

El ministro Ossa junto a su subsecretario, Max Pavez (UDI), hicieron gestiones con ambas bancadas para despejar la votación y la mejora del texto en la comisión mixta, que se realizó el martes por la noche. Al día siguiente, el proyecto de ley debía sortear su paso por el Senado y finalmente este jueves por la Cámara.

El martes, un almuerzo que sostuvo Ossa con la bancada de RN fue clave para reparar el impasse de la semana anterior. Varios diputados oficialistas admiten que, para la primera votación, Ossa se mostró demasiado “confiado” del orden que había prometido el jefe de bancada, Sebastián Torrealba.

Un argumento que para varios diputados fue clave, dicen en la bancada RN, es que la Segpres preparó cifras para convencer a los parlamentarios. Por ejemplo: se les mostró el número de adultos mayores que se abstuvieron de votar en cada uno de sus distritos el pasado 25 de octubre, a causa de la pandemia del coronavirus.

Un mensaje que, en todo caso, lo había repetido el propio vocero de Gobierno, Jaime Bellolio: que hubo un grupo de personas que en el plebiscito se animaron a votar -y que no lo hacían en elecciones tradicionales-, pero que, al mismo tiempo, adultos mayores se habían abstenido de concurrir por razones sanitarias.

El resguardo de la urna también fue un aspecto que se mejoró en el texto de la comisión mixta que terminó por convencer transversalmente a los parlamentarios.

“El factor fundamental del cambio de decisión de los parlamentarios sin duda fue el ministro Segpres. En la primera votación fue poco técnico al señalar la conveniencia de realizar la elección en dos días. Era muy complejo realizar una elección en un solo día con cuatro papeletas, más de 18 mil candidatos y un padrón de 14 millones de personas”, dice el diputado RN Tomás Fuentes.

Este jueves, finalmente, con el despacho de la iniciativa, Ossa, dicen, al menos logró “dar vuelta” a los RN Diego Schalper, Sofía Cid, Jorge Rathgeb y Catalina Del Real. Mientras, Pavez pudo convencer a Joaquín Lavín y lograr la aprobación de quienes se habían ausentado el viernes pasado.

Otro aspecto clave, comentan en el Parlamento, es que la Segpres, el miércoles por la mañana, diseñó un plan ante el peligro que corría la elección de dos días, por las indicaciones conocidas como el “salvataje” a Claudio Castro (Renca) y Amparo García (San Bernardo). Y ese plan fue el siguiente: el gobierno se mantendría al margen de la discusión partidaria -pues la UDI y RN no mantuvieron consenso ante esa indicación-, pero persuadirían a los parlamentarios que la mixta debía votar ambas iniciativas por separado, algo inusual en esa instancia. Y así fue.

En el gobierno afirman que esta fue una muestra de orden de Chile Vamos y que Ossa mantuvo los rechazo de los RN -cinco o seis- que usualmente son díscolos. Que la iniciativa cayera no solo ponía en riesgo la participación en la elección del 11 de abril sino que además al nuevo ministro.

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