Para dirigentes de los partidos de Chile Vamos fue una de las primeras preguntas que se les vino a la cabeza cuando, este domingo por la noche, se comenzaban a dilucidar los resultados de la megaelección de constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales. “¿Qué haremos con el apoyo para la segunda vuelta de la Región Metropolitana?”, era la duda que surgió en momentos en que Catalina Parot (Evópoli) figuraba en el cuarto lugar de las preferencias para el inédito cargo popular del gobernador de Santiago.

La derrota para la derecha, en ese sentido, dejó una importante definición estratégica pendiente por estos días y que, admiten en el sector, es un dilema que aún no resuelven.

La segunda vuelta de gobernadores regionales se llevará a cabo en trece regiones el próximo 13 de junio. Y, en Santiago, la derecha quedó fuera de competencia; en cambio, se enfrentarán Claudio Orrego (DC) y Karina Oliva (Frente Amplio).

Este lunes, el día después de los comicios, el candidato presidencial de RN y del PRI, Mario Desbordes, dijo que “hay que votar por Claudio Orrego y no como mal menor. Es una buena opción”. En Ex-Ante, el exministro recalcó que “ojalá que el electorado que votó por Catalina Parot, apoye a Orrego”.

Luego, durante esta semana, se fueron sumando otros respaldos como los de los diputados Francisco Undurraga (Evópoli) y Tomás Fuentes (RN).

Sin embargo, existe el dilema sobre los pasos a seguir: ¿se materializa un apoyo formal de Chile Vamos a Claudio Orrego?

En los partidos dicen que preocupa la señal que puedan entregar como conglomerado de derecha al apoyar a un partido de centro que ha pactado constantemente con la izquierda. “Si quiere ayuda, que la pida”, dicen otros que son de la idea de tomar contacto con Orrego y preguntarle directamente qué le acomoda.

Ahora bien, enfatizan en que la señal no sería tan disonante si se pone sobre la mesa que los precandidatos presidenciales del oficialismo buscan marcar un mensaje de centro, independiente e integrador de distintas sensibilidades en la primaria de Chile Vamos.

La mayoría, eso sí, coincide en que el respaldo no favorecería a Orrego. “Sería como el abrazo del oso”, dicen un líder del sector, reconociendo el complejo momento político que vive la centroderecha, sobre todo luego de la debacle electoral del domingo. “A Orrego no le conviene, no le beneficiaría el apoyo de Chile Vamos”, recalcan.

Por eso, líderes del sector son partidarios de que cualquier gesto de apoyo a Orrego no se haga de manera pública, es decir, el plan sería pedir al electorado de derecha ir a votar por Orrego para evitar a toda costa el triunfo de la “izquierda extrema”.

“Pienso que podemos tener muchas más coincidencias con Orrego que las que podríamos tener con el Frente Amplio, con quienes no tenemos ninguna coincidencia. Esperamos que él se comunique con nosotros, que podamos conversar y que decidamos si vamos a apoyarlo o si nos vamos a abstener en segunda vuelta”, dice a T13.CL la diputada RN por el distrito 11 de la Metropolitana, Catalina Del Real.

En esa línea, en el análisis también está presente que Orrego obtuvo un estrecho margen de porcentaje frente a Oliva: 25,50% versus 23,37%.

En Palacio, en tanto, ven que sí se pueden dar apoyos individuales del sector al exintendente, pero difícilmente un respaldo formal como conglomerado a Orrego. Lo mejor, agregan en sectores de RN, es dar libertad de acción a los militantes para la segunda vuelta de gobernadores en la Metropolitana.

“Moneda de cambio”

“No está fácil que la derecha, de buenas a primeras, pueda darle su apoyo; no sé si está dispuesta a movilizar recursos a favor de Orrego, a no ser que la moneda de cambio sea una transformación de la DC en favor de la derecha y que es poco realista. Yo no veo que la DC se vaya a derechizar”, dice el decano de la Facultad de Gobierno de la U. del Desarrollo, Eugenio Guzmán.

La abstención del electorado de derecha, en ese sentido, es el elemento que, hasta ahora, se ve más factible como estrategia formal ante la segunda vuelta de gobernadores.

Justamente, añaden en Chile Vamos, porque el apoyo que se entregue a Orrego tampoco puede ser a cambio de nada.

Así, en las colectividades del oficialismo, afirman que ese respaldo “sin prensa” a Orrego podría significar que la DC entregue espaldarazos en otras regiones en la segunda vuelta de gobernadores. Eso, afirman, convendría para la centroderecha en zonas como Los Ríos y La Araucanía.

¿Estaría dispuesta la DC? La fallida inscripción del PS en la primaria presidencial del Frente Amplio y el Partido Comunista, así, dicen en Chile Vamos, marcó un hito para que la DC puede prescindir más fácilmente de sus pares en el PS, PPD y PR con los candidatos a segunda vuelta. El frágil momento de la histórica alianza PS-DC, en esa línea, podría pesar a la hora de tomar definiciones de cara al 13 de junio.

Sin embargo, muchos son escépticos a que eso pueda ocurrir realmente, dado que el pacto de la Unidad Constituyente -exConcertación- sigue en pie para los comicios del 13 de junio.

Asimismo, insisten en que para Orrego el riesgo incluso es político en el sentido de que confirmaría al Frente Amplio sobre sus aprensiones para materializar los acercamientos políticos. Le acusarían, en esa línea, “pactar con la derecha”.

Con todo, Orrego, la misma noche del lunes, se desmarcó de la derecha, recalcando la derrota del sector. Días después, el exministro aseguró que iría tras los votos de todos los candidatos que quedaron fuera de competencia en Santiago.

Si es que la próxima semana se tomará una definición, aún está por verse en la derecha, pues no descartan que los movimientos políticos se den, incluso, solo días antes de los comicios del 13 de junio.

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